Untitled Part 1

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Camila va jugando por el parque, saltando entre flores con su muñequita en mano, como si esa pequeña Barbie pudiese volar, ser un hada, incluso su mejor amiga, juega con su vestido de color morado y flores azules, con su cabello castaño en dos trencitas. Mientras al otro lado del parque un niño solitario juega basketball, es alto para su edad, tiene una camisa de Ben 10 y unos jeans sucios por estar jugando en el lodo, inicia su primer tiro al aro, lo logra cuando intenta un segundo el niño que podemos llamarlo Andrés lanza el balón que da justo en la cabeza de Camila, su muñeca cae al suelo al igual que ella, Andrés corre para ver si la pequeña se encuentra bien, para su suerte es así, pero Cami está llorando su vestido de flores arruinado, y su muñequita manchada de barro, su rodilla tiene una pequeña herida, el niño angustiado la carga con toda la fuerza que puede y la lleva a su casa.

Al llegar allí la lleva hasta el mueble, pobre niño tan pequeño y aun así pudo cargarla, corre escaleras arriba en busca de alcohol y algodón, no encuentra nada, así que agarra una toalla y la moja, toma papel higiénico, y corre de nuevo hacia abajo, se arrodilla frente a la niña y toma su pierna ella lo mira con miedo, nadie estuvo tan cerca de ella, él le regala una sonrisa para calmarla, el niño al ver que la pequeña no logra calmarse le dice

.- No te preocupes, no pasa nada... yo estoy aquí.- él toma su pequeña mano en son de darle ¨Manitas de fortaleza¨ cómo su madre hacía con el cuándo se lastimaba, toma la toalla poniéndola en la herida de la pequeña, sangra bastante para ser una caída, ella cierra sus ojos verdes, apretando su boca con la intención de no llorar, el la mira y se da cuenta, decide hablarle para distraerla del dolor.

.- Me llamo Andrés, ¿Y tú?- dice con voz algo tímida

.- Camila.- dice la niña sonriendo, siguen charlando mientras él la cura, en el momento que termina de curarla, se van juntos al parque, Camila busca a su madre para irse, no sin antes darle las gracias a Andrés por curarla, él se encoge de hombros sonrojado, Camila lo mira con ternura, sintiendo como algo se agita en su pecho, se despiden, con la esperanza de volver a encontrarse pronto, y así será si el destino así lo quiere

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SI EL DESTINO LO QUIERE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora