cap 2.

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Estábamos en la habitación y mi abuela estaba contándome varias historias, como acostumbraba, de repente, un fuerte dolor le dio en su pecho, mientras que yo sólo preguntaba que te pasa abuelita, que tienes, estaba tan adolorida que no podía responder mi pregunta. De tanto dolor mi viejita cayó en el piso, no sabía que hacer estaba muy pequeña para lograr entender la realidad, sólo lloraba y lloraba hasta que se me ocurrió la idea de llamar a los vecinos, cuando llegaron ya era demasiado tarde, ya la abuelita había fallecido de un infarto en el corazón, y aún Carolina no aparecía por allí.

Estaba muy triste, no sabía como vivir sin mi abuela.

Pasaron los meses y no podía soportar ese dolor y pérdida de mi gran apoyo. Su mamá conoció a un señor llamado José, que actualmente es su padrastro, de esa unión nació mi hermana Cristina.

Actualidad.

Podia ver como mamá sigue con su vida, sin nisiquiera mencionar a su propia madre.

Su abuelita era todo para Ángeles Sniff, era más que mi vida, me enseñó lo básico en la vida, los valores primordiales, no me dio la vida pero sí se me la enseñó a vivir, y eso es lo importante.

Sus días eran tristes, grises, sin nisiquiera una luz, se encerraba en mi cuarto y de ahí no salía más, sólo para comer.

En mi escuela entro una chica nueva, y se hizo mi amiga, una persona que sí lograba entenderme y sobre todo no juzgaba mi vida, su nombre era Anna.  

Ese día Anna y yo acordamos que nos reuniriamos en su casa a las 5:00 pm, con dos chicos más.

Hola, soy Ángeles, mucho gusto! -le dije a ese chico de sonrisa tan brillante. 

Hola, me llamo Luca Widd. -dijo muy sonriente.

También salude a su mejor amigo, Aaron Kroff. 

Esa tarde fue increíble, jugamos el famoso juego " la botella" y pues me besé un par de veces con el chico de sonrisa brillante. 

En busca de la felicidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora