Prólogo.

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─Si no consigues una buena foto─ el hombre lo miró fijamente, por un momento─... Entonces te despediremos.


Farkle estaba dispuesto a quejarse, pero la mirada de su jefe decía que hablando, sólo empeoraría las cosas.


Suspiró, resignado, y salió de allí, dispuesto a irse a casa.


Si era honesto, creía que su vida se acabaría, la fotografía, era todo para él.


Pero, luego... llegó ella.



Muse ─ riarkle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora