Capítulo 1

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Era muy temprano por la mañana, en un día común y corriente, o eso creía yo. Generalmente no me pasaban estas cosas, menos en un día de escuela y ni siquiera sé el momento en que llegue a estar empapada.

-¡Esto es inaceptable! -gritó furiosa la directora. -¡Usted señorita Sophie se la pasa en mi oficina! ¡Y ustedes dos no son la excepción! -su cara desfigurada por la rabia acumulada, me dio gracia, y hacia un gran esfuerzo para no reír en este momento. -¡Van a tener que sacar todos los garabatos de las puertas de ambos baños!

-¡¿Qué?! -exclamamos los tres, asombrados por la drástica decisión de la directora. -Ahora pueden ir a cambiarse de ropa -habló seriamente. -Espero que no se repita.

-Lo sentimos.

Salimos de la oficina con rostro de arrepentimiento, para luego reírnos como idiotas por varios minutos. Unas miradas curiosas se posaban en nosotros, tratando de averiguar lo que había pasado. Hoy y como todos los días, los gemelos me fueron a buscar a mi casa, hacía calor, mucho más calor del que solía haber. Cuando llegamos al instituto, vimos que los de jardinería no guardaron la manguera, Alexy tuvo la brillante idea de mojarse el cabello con la manguera, Armin por jugarle una broma la movió y salpico agua para todos lados, tuvimos una pelea y terminamos empapados de pies a cabeza. Íbamos atrasado y llegamos completamente mojados, dejamos todo el pasillo con agua y entonces, la directora demoníaca nos vio. Al terminar de vestirme con la ropa de deportes, salí de los vestidores a los baños, me iba saltar las dos últimas horas de clases, ya que de no ser así saldría de la escuela a la medianoche terminando el castigo.

En el camino me encontré con la odiosa de Amber, aquella rubia oxigenada, plástica, bruja, guarra y todos los calificativos malos del mundo, caminando por los pasillos. Al parecer supo de mi castigo porque comenzó a reírse. Intente pasar por alto esa chillona voz, pero no la soporte. Gire en mis talones y le enseñe mi hermoso dedo de en medio. Dio una carcajada irónica y soltó.

-Qué te vaya bien limpiando los baños, dejé un pequeño regalo para ti.

¡Maldita rubia! ¡La odio!

Gire y caminé ignorando su risa. Maldita estúpida, desde que me hice amiga de Castiel me ha hecho la vida imposible. Sinceramente, me daba pena, ella estaba enamorada de aquel pelirrojo que no le daba bola.

Llegando a los baños se encontraban los gemelos, con las cubetas, esponjas y cepillos. Primero fuimos al baño de los hombres, como era hora de clases, nadie entró al baño, a si que no tuve problema. Era gracioso ver tantos insultos y palabras de amor juntos, sin mencionar los extraños dibujos que habían... Pasamos las dos benditas horas limpiando y aún quedaba el de mujeres, a si que fuimos a él. Los chicos se sorprendieron al ver que las puertas estaban aún peor que las del baño de los hombres. Pero esta vez nos sorprendimos los tres al ver un sin fin de insultos hacia mi persona, seguramente eran de Amber. Respire profundo intentando que la rabia se fuera de mi cuerpo. Tome una esponja y comencé a limpiar.

-¿Enserio las chicas hacen esto? -pregunto Armin leyendo lo que estaba escrito en la ultima puerta. -Alexy, estamos nosotros. -sonrió victoriosamente.

-Ja, que lindas, pusieron un corazón junto a mi nombre.

Los gemelos leían la "lista". Chicas de una clase diferente a la nuestra hicieron aquella lista con los 100 chicos más guapos de Sweet Amoris, por orden alfabético. A cada chica que entraba al baño se le entregaban un papelito y en él tendrían que escribir los nombres y la clase de 5 chicos que encontraran guapos y al final de la jornada se entregaron e hicieron en aquella puerta la "lista".

-Se supone, que si uno de la lista comienza a salir con alguien, lo tachan. Por ejemplo a Elliot de la clase C. -apunté a su nombre

-Ya veo... -dijeron los gemelos al unísono.

Just friends? [CDM Castiel] [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora