Día 1

8.6K 380 28
                                    

-:Himuro:-

No puedo creer que perdiera la apuesta!! Y una apuesta tan tonta!
La cara triunfal de Atsushi quedó grabada en mi mente y el precio a pagar es demasiado... Ser su esclavo por una semana, hacer sin protestar todo lo que me pida.
Seguramente estaré toda la semana comprando golosinas y haciendo sus deberes. Como a él todo le da flojera, creo que tendré mucho que hacer.
Estar en un internado no ayuda mucho, no tendré a donde escapar, ya qué compartimos habitación...la palabra esclavo resulta muy acertada.
Luego de las clases del día me dirijo a la habitación con el primer encargo: una bolsa de dulces y golosinas.
Al entrar Atsushi me está esperando con esa cara de niño malcriado que siempre me pone.
- Demoraste mucho Muro-chin tengo mucha hambre - me dijo haciendo un puchero
- No estaban todos los dulces en una sola tienda, tuve que recorrer para encontrar todo lo de la lista

Tomó la bolsa y comenzó a comer, mirándome como siempre.
- Tengo pensadas demasiadas cosas para esta semana, no sé por donde empezar...
- Imagino que desde lo que más quieres a lo que menos quieres, como en orden de prioridad.
- Es que si hago eso, no querrás hablarme jamás...
- Ahh??!!
Qué estará pasando por su mente? Atsushi puede tener muchos defectos, pero nunca ha sido mentiroso.. a qué se refiere con esa confesión??
- Creo que iremos de a poco y puede que todo resulte bien al final. Ven aquí- me dijo haciendo un gesto para que me siente en sus piernas.
- Ahh? Estás loco si crees que haré eso..
- Los esclavos no replican, sólo obedecen Muro-chin.
Me senté avergonzado y sentí mis mejillas enrojecer. No sé que pretende Atsushi, pero no me da buena espina esto.
- Me encanta tu aroma Muro-chin, me dan deseos de morderte - dijo abrazándome tan apretado que era difícil respirar.
- Me ahogo! Por favor Atsushi no bromees así.
- No bromeo, no te imaginas lo serio que soy en esto
Me tomó por la cintura y me levantó. Me puso de nuevo sobre su regazo, pero con las piernas abiertas mirando hacia él.
Sentí mi rostro más rojo aún, si es que era posible.
- Eres tan adorable Muro-chin - hace mucho tiempo quería estar así contigo...
Sus labios rozaron los míos suavemente, sentir su aliento en mi boca envió un corriente eléctrica a todo mi cuerpo. Comenzó a besarme con delicadeza y a pesar de que mi instinto decía que me alejara, abrí mi boca para sentir su lengua en mi..
Había besado antes, pero nunca había tenido esa sensación tan embriagadora.
El beso se intensificó y sentí su hambre de más, comenzó a ser difícil respirar y tuve que separarme de él.
- Atsushi, no juegues así conmigo - le dije con el poco aire que tenía en los pulmones
- Eres lo más exquisito que he probado- me dijo sonriendo.
Siguió besándome como si la vida se fuera en ello. Su boca poseía a la mía con una fuerza feroz y era muy difícil respirar.
Metió su mano por debajo de mi polera y comenzó a acariciarme con sus grandes manos. Sus besos eran cada vez más exigentes y no me daban tregua.
Sin que pudiera evitarlo, de mi garganta comenzaron a salir sonidos vergonzosos...

- Lo siento Muro-chin, pensé que sólo me conformaría con un beso, pero parece que no es suficiente para mi.

Con un movimiento rápido me puso encima de la cama. Mientras me desabrochaba los pantalones sujeté sus manos..
- Espera...calmémonos, dejémoslo hasta aquí por favor - el calor y la excitación me estaban mareando, pero aún conservaba algo de cordura.
Traté de sonar serio y decidido, pero sentía mi cara roja y mi voz temblorosa.
- Me dices que me detenga, pero tu cara dice otra cosa...eres adorable en verdad.
- Somos hombres! Esto no esta sencillo. Tu eres virgen o no? Y yo nunca he estado con un hombre..no creo que se pueda.
La verdad es que he visto a Atsushi desnudo y no creo que pueda entrar en mi..no sin hacerme daño.

- No entraré, te lo prometo - me dijo como leyendo mis pensamientos..
No alcancé a protestar cuando ya me había sacado los pantalones y los boxers. Comenzó a acariciar mi entrepierna y pudo sentir mi excitación. Sus besos eran cada vez más   intensos, como devorándome y de mi garganta seguían saliendo sonidos extraños y vergonzosos.

- Tócame tu también - me dijo poniendo mi mano en su hombría

Comencé a acariciarlo y sentí como se excitaba. Agradecí internamente que me dijera que no iba a entrar, es demasiado grande para mi y no creo que sea cuidadoso.
Estaba apunto de llegar al climax y mi mente se empezó a nublar, estaba consiente de lo que estábamos haciendo, pero no tuve la voluntad de detenerme ni de protestar. Ya no podía más y terminé ensuciando sus manos y sus abdominales perfectos.
Me eché hacia atrás en la cama, soltándolo y tratando de llenar mis pulmones de aire otra vez. En eso Atsushi se pone encima mío y empieza a separar mis piernas.
- Lo siento Muro-chin, creo que no podré aguantarme después de todo...
- Tu dijiste! Que no entra...aahhh
No alcancé a terminar la frase y estaba presionando para entrar. Traté de empujarlo y sacarlo de encima mío, pero no lo moví ni un ápice. Tenía demasiada fuerza y excitado era peor..
Cómo era de esperar por más que empujara, no entraba, sólo generaba una presión que hacía que cayeran lágrimas de mis ojos.
- esperaaahh - trataba de hablar coherentemente, pero el dolor y la excitación me estaban volviendo loco..
- Duele, me d..ahhh
Traté de empujarlo con todas mis fuerzas y nada resultaba, creo que ni siquiera me oía.
Cómo era de esperar, por más presión que ejerciera, no lograba entrar.
- Muro-chin estás tan apretado - me dijo. En eso me soltó y se fue al baño de la habitación..al verlo alejarse y observar lo grande que estaba, sentí alivio, porque creo que a pesar de que no quisiera hacerme daño, no había forma...
Me di vuelta en la cama, pero no alcancé a limpiar mis lágrimas cuando salió del baño. Venía decidido y me tomó por las piernas, las abrió y comenzó a untar mi entrada con algo que parecía una crema.
No pude ahogar el gemido que salió de mi garganta. Sólo entro un poco y sentí como se venía dentro de mi.

Nos quedamos en la cama, tratando de recuperar la cordura. El me miró, se acercó y comenzó a lamer las lágrimas de mi rostro...

- No llores Muro-chin, yo no quería hacerte daño..te duele?

- N..no tanto.

La verdad es que entró sólo la punta y por poco tiempo. No es que me hiciera tanto daño, pero si sentía mi trasero arder mientras lo observaba.

- Me prometiste que no entrarías Atsushi, me mentiste...

- Lo siento Muro-chin, de verdad quise controlarme, pero no pude.

Me metió dentro de su cama. Dormimos abrazados y yo no podía dejar de pensar en como mi amigo se convirtió en mi amante en un sólo día...

continuará....

Qué les pareció??

abrazos!!!

La apuesta - Murasakibara x Himuro (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora