-¿cuanto tiempo mas vas a esperar? - la pregunta. Que estoy seguro era inocente me hizo reaccionar y darme cuenta que la estaba observando más de la cuenta.
- No es tan fácil - aclare.
- A que si lo es. Sólo que tu eres un cobarde - dijo Liam. En tono burlón.
-Si es tan fácil ¿por que no lo haces tu? - dije ya fastidiado.
-Oh. Para mi seria fácil ir decirle '' hola soy Liam ¿me pasas tu número? - dijo totalmente seguro de si. Envidio eso de el.
- ¿Y por qué no lo haces? - pregunte fastidiado por su intento de ayuda.-¿ O tienes miedo a que mande por un tubo? - sonrió de lado.
- Sabes que me lo daría sin pensarlo. Pero no quiero robarte a tu chica - le dio un gran mordisco a su manzana. Ríe por lo bajo. Sabe que tiene razón, hasta ahora no hay ninguna chica que le haya dado un '' no'' como respuesta al gran Liam Websther.
Y como es un chico que pasa la mayoría del tiempo cuidando su cuerpo, lo mantiene en excelente forma . no hay chica que se resista a su forma de coquetear y su abdomen bien marcado.
- ¿de verdad eres mi amigo? - esa pregunta era más para mi que para el. ¿En que momento decidí hacerme amigo de un mujeriego presumido?
Oh por las chicas claro...
-Primero. por que te presento a las mejores zorras de esta universidad de mierda - dijo como algo de lo que se sintiera totalmente orgulloso -y segundo. sin mi ayuda jamás podrás ablarle - señaló con el mentón a la chica que había intentado hablarle desde hace una semana. que fue cuando la vi por primera vez.
Estaba sentada en una mesa sola es la equina de la cafetería. Tenía la mirada fija en su móvil tal vez tecleandole a alguien o jugando quien sabe. Su cabello negro azabache estaba atado en una cola alta eso me permitía ver siquiera la mitad de su rostro. No pude ver sus ojos aunque ya sabía que eran marrones claros realmente hermosos. Estaba cruzada de piernas. Y asociando me percaté de que llevaba un diminuto short negro. Dejaban ver sus piernas finas y delicadas. Caray que piernas.
-Deja de babear - sentí un leve golpe en la nuca. Me sobe - Y ve a hablarle de una vez. Capaz el mundo acaba mañana y si mueres. Morirás arrepentido de haberle dicho siquiera '' hola'' - dio el último modisco a su manzana para tirarla al tachó que no Estaba muy lejos. El menaaje motivador de Liam pareció hacer efecto. Ahora tenía más ganas de hablarle.
- Tienes razón - me levante entusiasmado - voy a hablarle - sin esperar que dijera algo, camine hacia su mesa con una pizca de seguridad en mi.
- Eso campeón ve por tu presa - lo escuche decir desde su mesa como un mensaje aliento.
Camine esquivando las mesas rectangulares llenas de alumnos que murmura al entrar ellos entre ellos. A unos pasos de su mesa me detuve. Me sentía nervioso y la verdad no se por que. Es solo una chica ¡¡DIOS¡¡
-vamos Dylan es solo una chica - me di aliento a mi mismo. Tome una gran bocanada de aire y la deje salir lentamente. Seguí abanzando hasta estar enfrente de ella. Al parecer no se dio cuenta de mi presencia por ni siquiera se inmutó. Estaba tan concentrada en su móvil. Valla que eso de verdad de quita los sentidos. Di un suspiro.
- Ho... - fui interrumpido por el sonido irritante del timbre. Todos comenzaron a salir de la cafetería. Busque con la mirada a Liam para asegurarme su e no había ido. y lo vi aún sentado en su silla un poco inclinada hacia atrás justo donde lo deje. Tecleaba su móvil. Volví mi mirada hacia ella. Pero pero me decepcione. Ella ya no estaba, se había ido.
Mierda
Y toda la valentía que había adquirido¿ había sido en vano.? otra vez quede como un estúpido.
Ya estaba me resignado a la idea de algún día invitarla a tomar un helado siquiera.
En toda la semana había sido mi segundo intento fallido. La primera vez en que lo intente fue en los pasillos. Parecía una buena oportunidad ya que su casillero estabas unos cuantos tos del mio, tres para ser exacto. Pero cuando intente acercarme me fue arrebatada por un rubio hiper musculado.
Maldigo mi fatiga, de no ser así yo podría tener esos bíceps de chicos de revista y hasta mejor tal vez. No digo que este fuera de forma, lo estoy. Pero al parecer a las chicas no les parece suficiente.
- valla - dijo. Liam en un suspiro parado junto a mi. - creo que el destino no quiere hables con esa chica - dejo caer su mano en mi hombro en señal de consuelo - y mejor. así te ahorras las peleas de cualquier inflado que este tras ella -
- Yo no creo en el destino -
- como sea. Déjala hermano, se nota que es una chica fácil - o no pude evitar endurecer ante su comentario. Estaba seguro que era así.
- No hables así de ella - musite fastidiado.
- ¿por que te importa? Ni siquiera sabes su nombre - carraspeo.
Era cierto. tal vez no sabía su nombre. Pero algo en mi decía que ella no era como las demás. Aunque se vistiera de forma un tanto provocativa.
Suena estúpido. Lo se...
- No lo se -
- oh no me vengas con que, mi corazón lo siente así y toda esa mierda que dice la gente cuando sabe que algo es verdad pero no quiere admitirlo. -
- y si fuera así ¿que? - espete. Mis puños estaban apretados. Pero no sabía por que me enfurecía. Probablemente Liam tuviera tazón, y ella hasta ya se habría revolcado con cualquier tipo que la hubiera ligado sin ningún esfuerzo.
- Valla Dylan si te frustra no poder hablarle a una cualquiera no es mi rollo. Yo solo trato de acostarte. - era cierto. Liam solo trataba de ayudarme y yo me estaba comportando como una niñata.
- vale siento -
- No te preocupes. para eso estamos los amigos- chocamos puños y sin más discusión salimos de la cafetería a nuestras diferentes clases.
____________________________________________________________________________________Holuu ammm bueno intente hacer esto un poco distinto.
Bueno es mi primera historia así qué sean buenos conmigo porfis *pone ojitos de cachorrito abandonado*
Si les gusto les rogaría que comenten y si pueden voten eso me haría muy muy feliz
Bechos <3
XOXO
ESTÁS LEYENDO
Seattle
Teen FictionDylan Foter es un chico que va en su tercer año de universidad en la ciudad se Seattle. Es un chico tranquilo dedicado a sus estudios se podría decir que era un friki . Amante de los videojuegos y enamorado de los libros . No podía nada su vida en...