El cambio

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Mi día comenzo como cualquier otro sabado sin chiste, mi mamá llamando a la puerta de mi habitación, una habitación pequeña con ventana hacía una azotea llena de hiervas y mal cuidada, con un pequeño lavadero viejo y de roca, una lavadora entre blanca y gris, que cuchicheaba cada vez que lavaba y un boiler blanco que era lo unico que le daba vida a esa triste imagen, me había dado a la misión de remodelar un poco esa azotea, cortar la hierva que urgaba las paredes, plantar unas flores, en mi imaginación se veria como un jardía hermoso con flores de colores y hasta una fuente, pero la pereza me ganaba mas que las ganas de cambiarlo, aparte tenia 13 estaba tan poco tiempo en mi casa que no podía ni urgar un poco en nada.

Con mucho desden hacia la mañana calurosa de julio, tire las sabanas y cobertor que me apresaban en mi cama y quede ahi dignado a pensar en que hacer, hasta que mi mamá, con tono serio llamo a la puerta y con voz severa dijo -Gerardo, apurate que tengo que ir a trabajar, y el desayuno ya esta servido- hice un puchero me revolque en mi cama y baje primero un pie al suelo frio con loseta verde y luego el otro, mi pijama era un pequeño short con una playera de manga corta y el dibujo de una guitarra, me puse unas sandalia y me diriji al comedor, realmente el departamento era muy pequeño, solo abri la puerta de mi habitación y vi a mi mamá como siempre apurada buscando todo a la mera hora, por que iba 10 minutos tarde al trabajo, torci los ojos y tranquilamente dije -mamá...- después de tres intentos mi mamá siguio en su mundo y grite -MAAAAMÁ- ella volteo y me miro con ojos fijos algo reprensivos por el grito -tus llaves y tu celular estan ahi en el llavero- dije otra vez en mi tono muerto mientras señalaba un llavero de casita que tenia muchos compartimentos y donde siempre se le olvidaban las cosas a mi mamá, ella revolvio todo y saco de ahi las llaves y su celular -Gracias mijo- me dijo mientras se acercaba hacía mi, -De nada mamí- tome asiento mientras ella se servia café, -hijo te encargo que laves los trastes hoy- hice una mueca de disgusto pero al final suspire y asenti mientras daba un bocado a los huevos con chorizo que había hecho mi mamá para el almuerzo.

Después del almuerzo me dedique a lavar los trastes que bastaban como para terminar en tres días, sacar la basura, y recoger nuestros pequeño apartamento, cuando vi el rincon feo y triste de mi casa, lo mire con tristeza pues me parecia muy feo así que abri la puerta de aluminio sin pintar con ese color gris tosco y los vidrios enormes, tome aire y respire el aire humedo lleno de olor a hierva fetida, comence por sacar unos cachibaches como cajas de la mudanza, un triciclo, ropa que habíamos dada por perdida y basura que arrojaba cuando me daba flogera ir hasta el bote detras de mi puerta, con cara de asco me sorprendia lo que encontraba yblo tiraba al bote, un sandwich, cascaras de fruta, borradores de mis tareas y muchas cosas más, entre ellas varios juguetes, sonreí al encontrar a mi Power Ranger azul que daba por perdido y que había llorado muchos días por que mi coleccion estaba incompleta hasta que mi mamá me compro otro. Tome un asadon viejo y comence a cortar la mala hierva que ya alcanzaba los 30 cm me parece, y así trabajaba mientras escuchaba musica a todo el volumen, un poco de alternative como mi mamá me había enseñado siempre me alegraba y andaba obsesionado con Nirvana, cuando vi limpio de mala hieva comence a hechar todo en el mismo bote de basura, hasta que quedo limpio solo la grava y unos pequeños trosos verdes donde juraba que solo eran basura pero eran pastos rebeldes dispuestos a no dejar su hogar, mi peresa volvio y deje ahí todo hasta otro día, cuando entre me di cuenta que el sabado había volado eran las 3 de la tarde y no me había bañado, respingue y me dirigi a tender mi cama mientras ponia los audifonos y el mp3 en la mesa de noche junto a mi viejo Power Ranger, encendi la tele y estaba una pelicula de dos niños, un vampiro y dos familias con un medallon, busque mi ropa para cambiarme después de bañarme y solo esccogi un pantalon de mezclilla azul deslavado rasgado, mis fieles converse negros y una playera blanca en cuellos V, cuando gire a la televisión los creditos de la pelicula se veían abrumados por un pesimo soundtrack asi que la apague y me dirigi a la bañera, entre en ella y deje que el agua tibia rondara por mi cuerpo hasta dejarlo empapado, mientras cantaba "don't tell me de Avril Lavigne" a todo lo que mi garganta daba, tome el jabon y el estropajo y comence por mi habitual rito de limpieza..., ya con mi cabello y cuerpo enjabonado h según yo muy limpio abri la llave dejando que mi piel se dejara ahogar por el agua que se llevaba el jabon, me relajaba con un poco de The Smith, tanto que solo tarareaba su cancion, How son is now, estaba tan adentrado en ella que el agua fria le reclamo a mi piel que ya era hora, cerre la llave y tome la toalla secando cada parte de mi cuerpo adolescente, que hasta ese entonces odiaba con todo mi ser, no era gordo ni flaco es un chico bajito, flacucho de tes moreno claro, con cabello castaño oscuro arremolinado y muy lacio, me veía en el espejo mientras yo no me notaba ningun chiste, es mas me sentia tan simple y acomplejado por no poder definir un tipo de cuerpo, a veces deseaba ser muy promedio.

Esa misma noche mi mamá llego como siempre, con la cena comprada en la cocina economica que estaba frente a su trabajo, platicamos un poco mientras ella tomaba café y yo cenaba, ricas enfrijoladas, rellenas de pollo con queso y crema. Le platique de mi idea de la azotea y de mi avance a lo que ella me animo y me dijo que mañab ibamos al mercado para escoger unas flores que le dieran vida a la azotea, sonrei y le pregunte sobre su día a lo que me conto todo su día en el consultorio, la verdad yo esperaba un bien o un normal, pero se explayo contandome todo lo de sus pacientes, quien le caia mal, quien le daba poca importancia y de Clarita la farmaceutica que ayudaba a mi mamá y su embarazo, sonrei y vi que eran las 3 de la mañana, bostece y ambos sonreimos, me levante de la mesa y le di un beso, -buenas noches mamá, hasta mañana- dije en tono de buen hijo, mientras ella me abrazaba y me decia _buenas noches hijo, que no te piquen las pulgas_ dijo en broma mientras solo soltaba una risa sarcastica -¡ja!- mientras cerraba la puerta de mi cuarto y me dejaba llevar por el sueño, hasta quedar completamente sumergido en el, en ese entonces mi dormir era más fácil, y solo me bastaba 1 minuto y pensar en lo mejor de mi día hasta despertar el otro día y recordar en lo que no pude decir, pues así fue era domingo y el "chiqui chaca" de la lavadora me desperto, abri la ventana y olia a domingo, día de mercado y muchas cosas por hacer, sonreí a mi mamá diciendole animadamente -buenos días-, ella se sobresalto y miro hacía la ventana _no aparescas así_ le hice una mueca de burla y sonreí, siempre bromeabamos así, asi que salí de mi habitacion con la pijama y descalzo hacía la sala y comence a abrir las cortinas de un blanco percudido.

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⏰ Última actualización: Sep 05, 2015 ⏰

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Besos de NuezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora