Los chiribindundis

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Ronald Smith, un hombre que nunca había hecho nada y no tenía pensado hacerlo, ideó un día la manera de ganarse la vida haciendo lo mismo que había hecho hasta ahora. Nada. Una de estas veces, un hombre se le acercó y le preguntó.

-¿Qué estás haciendo Ronald?-Impaciente, esperando a que le contestase la fórmula secreta de ganarse la vida sin hacer nada-Dímelo Ronald ¿Cuál es tu gran oficio?

Ronald, que movía las manos hacia todos lados le respondió:

-Estoy espantando chiribindundis, el Estado me ofrece una buena recompensa por ello.

-¿Chiribindundis?-Dijo el hombre- Yo nunca he visto uno...

A lo que Ronald respondió:

-De nada.

Lo que en verdad se discutía en todo el pueblo donde habitaban estos dos individuos era que Ronald debía tener una cogorza encima que le duraba desde el día en que nació. Pues como Obélix de "Astérix y Obélix" el hombre se había caído en una marmita de cerveza tostada cuyo efecto le duraba hasta ahora. El verdadero sueldo que cobraba Ronald Smith, era una paga del Estado, era muy tonto.

¡Pero que muy tonto eh!

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