Maletas cargadas de amor.

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Han pasado demasiados días desde que decidió irse de esta casa, desde que nuestra cama ya no le fue suficiente para detener su trote, desde que hacer el amor fue mas rutina que placer y desde que le pareció rutinario el desayuno que torpemente solía hacerle alguna que otra mañana; creo que la cama aun tiene la forma de su figura marcada que aun permanece una parte de su aroma que aun en la ducha su toalla no ha partido no ha buscado el suicidio por el cesar del roce de su piel, creo que allá afuera el mundo sigue girando que la luna le sigue el paso para alumbrarle creo que la vida aun tiene planes para ella porque de no ser así no habría un nuevo amanecer, no habría una noche estrellada más, no habría un despertar mas, al menos eso es lo que pienso, no encuentro una razón mas lógica que esa.

esa ultima tarde de un otoño tenia ese vestido que tanto me gusta, ahora no se si lo detesto o lo sigo queriendo de la misma manera, ahora realmente no se como son las cosas, aun no entiendo porque se fue, no se si solo fueron excusas para irse con alguien mas o en verdad quería regresar a casa de sus padres, o si en verdad yo hablaba dormido, no tengo una puta idea de que fue lo que paso pero se que tengo que respetar su decisión (lo hago obligado, claro está) y ahí estaba en nuestra misma habitación, que fue testigo de tantas batallas de amor, cruzadas de tiempos y viajes interestelares, ahí estaba ese campo de batalla donde morimos a besos tantas noches, donde me besó el espíritu, donde le arranque la vergüenza a mordidas y me temblaban las piernas con su mirada pervertidamente tierna y el brillo de su sonrisa, donde encontré la paz que muchas parejas solo fingen tener yo la poseí, yo la invente y se la mostré abriendo mis manos en una noche lluviosa de un febrero, tenia una mujer a quien adoraba y me adoraba a mi, jugábamos a ser dioses, a ser inmortales e inmarcesibles, esa mujer que dejo de lado mi forma de ser mis gustos, según yo, diferentes que terminaban siendo igual de mundanales que los de cualquier hombre que cree ser diferente, a esa mujer que me enamoró por segunda vez cuando la mire sin maquillaje, la mujer de malos humores hermosos y de bipolaridad a causa de esas partes del mes que toda mujer tiene, la mujer de las tardes de domingo de cama, comida chatarra y de pañuelos para las lagrimas, la mujer de las mil y un caricias diferentes, la mujer que hacia temblar el edificio entero con una de sus peleas, la mujer que le gustaba, usando mi camisa, jugar a ser una bailarina de pool dance, aquella que confería seguridad que te puede hacer sentir fuerte y útil o miserable y endeble, aquella que me dio sus secretos mas íntimos en su anarquista forma de hablar de la vida, aquella que le quite su pasado y lo reinventamos pintándolo de diferentes color matizados a su placer, aquella que fue la primera en exprimirme los sentidos y dejarme sin palabras la primera vez que contemple su desnudez, esa mujer que no encuentras mas que cada dos mil años, mujer en la cual me ahogue, me recostaba en su pecho como un crío pequeño e indefenso, que me quede en su entrepierna hablándole de lo absurdo que suele ser el destino y que nunca creí en el, una mujer que le lamí los miedos, que me hizo danzar con sus demonios y que a uno de ellos le puso mi nombre haciéndole hincarse ante nuestro lecho de amor.

 En mi genética viene esa mala tendencia a tener que preguntarme todas las cosas que sean posibles a todo cuanto pueda preguntar, ni idea tengo de si es por herencia de mi madre o de mi padre o si ambos contribuyeron a que yo fuera de esta manera. pero cuestione la existencia de esa mujer y alzando los ojos a dios le pregunte porque me había dejado conocer a alguien así, me hubiera sido mejor y mas cómodo, haber sido un hombre de esos que no tienen grandes aspiraciones amorosas, de esos típicos corderillos que se conforman con el amor que mendigan de putas y noches de borrachera, pero ¿porque yo no podía ser así? ¿porque me tenia que dar a mi un bronco corazón aferrado a las causas improbables, a los amores imposibles a la musa indomable y a un futuro suicida? de haber sido solamente un adicto al sexo mas, no tendría esta necesidad de lanzarle pensamientos todas las noches, de llamarle por medio de oraciones, no tendría ningún sentido saber que hace doce meses cuarenta y cinco días y catorce horas que se fue, no tendría que saberme atado a este viejo muelle de recuerdos, de promesas inconclusas y de un amor en podredumbre, al menos tengo una justificación para mi alcoholismo, un medio que todo hombre que se diga un amante empedernido, ha usado, porque dentro del alcohol, que en realidad es una fachada perfecta que te permite en verdad llorar, o hacer algunas tonterías, como llamar a altas horas de la madrugada, o cantar aunque suene espantoso, y en el sarcástico humor de la vida a muchos hombres les toca cargar con el peso de un desamor, o de un abandono y a diferencia de las opiniones peculiares promedio, el hombre también siente y en ocasiones con mas intensidad.

Aun asi no se le debe de dejar por rencor en la cuenta a esa mujer, yo puedo decir que le entregue todo lo que tenia en su momento y que mi mala forma de reaccionar contra la vida, tal vez, fue lo que la alejo de mi y que con esta copa, reconozco que despertó en mi demasiadas cosas y que me enseño que tengo la capacidad de amar de tal manera que desafiaría a los mismos ángeles y demonios por ella, que tengo la fuerza de un huracán para salir avante y demostrar que cuando un hombre se enamora lo deja todo en la medida de lo imposible y que aunque se vayan una parte de nosotros siempre se ira con ustedes mujeres indomables, imparables.

y solo por esa razón puedo decir que le perdono todo lo que haya hecho y este por realizar.

y como diría una buena canción "he vivido lo mejor que he podido ¿no me hace eso un hombre?"


Eterna, eterna en mis letras.Where stories live. Discover now