El instituto es lo mejor que te puede pasar o eso es lo que se ve desde el punto de vista de cualquier chaval normal que valla a acabar la primaria. Te lo venden tan bien que acabas creyendotelo, pero claro a quien no le gustaria ir a uno de esos "institutos" que aparecen en peliculas y series. Con sus enormes taquillas, amplios pasillos, gimnasios con tamaños de estadio, clases de ciencias en las que puedes diseccionar ranas y bailes de fin de curso a los que nunca asistiras.
Gracias a todo eso a un inocente chaval, bajito, de ojos marrones, pelo castaño claro y timido que era yo, le hicieron creer que al dar el gran salto a secundaria se convertiria en el mas listo, fuerte y popular de todos.
Asi que ilusionado, un ocho de septiembre del 2013 caminaba yo felizmente hacia el instituto con mi nueva mochila en la espalda y mis mejores amigos al lado.Uno de ellos era de pelo negro muy rizado y de divertida personalidad y el otro algo rechoncho y bastante timido.
El primero de ellos se llamaba Hugo y el segundo Pablo el cual fue mi mejor amigo desde muy temprana edad.Mientras hablabamos de lo fantastico que iba a ser todo poco a poco y sin darnos cuenta, nos ibamos acercando a nuestro destino sin saber que aquello que veiamos como el paraiso se convertiria pronto en un infierno.
Pobres inocentes...