Cuando eramos niños, mi hermano y yo compartíamos todo. Desde los regalos de navidad, hasta los dulces que nos robábamos de la tienda de Antonio. Eramos inseparables, quizás demasiado unidos hasta el punto de dormir juntos en una sola cama cuando cualquiera de los dos tenía una pesadilla.
Nuestra familia era hermosa, aunque nuestro padre se fuera de la casa solo a la semanas de que yo naciera, mi madre jamás se rindió con nosotros. "Ella es mi heroína", escuchaba decir de Alfred, mi hermano menor, casi siempre cuando observábamos a mamá cocinar. Sin embargo, la magia se nos acabaría rápido. Tan rápido como lo imaginábamos, mamá falleció.
"Cáncer", dijeron los doctores.
Estaba devastado, jamás borraría de mi mente aquel momento en donde enterraban a mi madre o cuando Al se acurrucaba en mí, sollozando.
Después de eso, fuimos a vivir con el primo de mamá; un hombre mal vestido, mirada perturbadora y barba mal cortada: Francis Bonnefoy.
A la semana de mudarnos, me escape de ese lugar. No pude soportar tanta algarabía junta; ese hombre era el mismo "color rosa" personificado en persona. Luego de un tiempo vagando, ya había perdido el orgullo y estaba a punto de regresar a esa casa, cuando lo encontré: Un jovencito de cabellos azabaches, contextura delgada y mirada perdida. Se encontraba en una de las bancas de aquel parque al que había llegado parar. "Será mio", fue lo primero y único que pensé en ese momento. Iba a acercarme, preguntar si estaba perdido o si vivía cerca de ahí, pero muy a pesar de todo, el fransucho me agarró del cuello y me llevó a arrastras devuelta a mi "hogar". Después de ese accidente, no lo volví a ver por mas que volviera a ese mismo parque y a la misma hora.
Pero mi suerte cambiaría unos años más tarde.
Mi hermano y yo entramos a una escuela privada, algo lujosa, y la cual se nos era algo incómoda por ver a tantos "niños ricos" creyendo tener el mundo en sus manos. Ingresamos a la que sería nuestra primera clase y me paralicé ni bien dí un vistazo: Tercera fila, cuarto asiento empezando por la derecha; ahí estaba ÉL. Seguía igual de hermoso como unos años atrás. ¿Qué era este sentimiento? Yo no era gay, pero por ese chico... no me importaría serlo.
—Ese chico es...
—... es demasiado lindo.Hubiera sido genial ser yo el que hubiera terminado esa frase, pero no, ese fue Alfred.
—Quizás, deba hablarle. —murmuró—.
Sí. Mi hermano y yo habíamos compartido todo desde que eramos niños; sin embargo, en esta ocasión, sería egoísta.
Ese chico será solo MÍO.
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Holi(?) *^* ... y si, he vuelto xD.
Esta vez traigo un fic creado por una youtuber *^*(os recomiendo su canal xD), esta youtuber es Fujonana, asi que todos los derechos son para ella, yo solo copiare y pegare la historia aqui :3
Muy pronto regresare, con un fic MidoTaka, y dos historias dramaticas :'v .
Me despido... Sayonara-kora! *^*
Atte.: Una chica que esta viendo Katekyo hitman reborn!
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Le chant des lucioles
Romance-Ese chico es... -... es demasiado lindo. Hubiera sido genial ser yo el que hubiera terminado esa frase, pero no, ese fue Alfred. -Quizás, deba hablarle. -murmuró-. Sí. Mi hermano y yo habíamos compartido todo desde que eramos niños; sin embargo...