Estoy dando vueltas en medio del pasillo que divide las dos pequeñas columnas de bancas azules que conforman nuestro salón de clases, el cual, se encuentra en el segundo piso.
Hoy es el baile de disfraces que la escuela organizo con alusión a Halloween, y se supone, que Caesar iba a traer los trajes que nos vamos a poner Dania, Jerica y yo.
Estoy nerviosa, ya casi son las 9:00 de la noche ¿Dónde diablos esta Caesar con los vestidos espectaculares que prometió para esta noche?
-Yune, para ya, me estas mareando –dice Jerica con voz exasperada.
-Perdón, pero el baile está a punto de comenzar y nosotras todavía no estamos vestidas.
-Ya lo sé, pero de nada sirve que le hagas un hoyo al suelo con las vueltas que estás dando.
No llegue a entender la metáfora de Jerica del todo ¿Cómo se hace un hoyo a un suelo de mármol?
-¿Creen que le haya pasado algo a Caesar para que llegue tan tarde? –pregunto, y en ese momento me invade el miedo de que algo le haya sucedido a Caesar, no, él está bien, simplemente se le hizo un poco tarde... eso espero.
-No, de seguro se le hizo tarde por estarse arreglando –dice Dania con tono calmado.
A ella no le preocupa que a Caesar se le haya hecho tarde, ya que siempre llegaba cinco minutos antes de que las clases empezaran.
-Pues más le vale llegar ahorita, porque si no, lo ahorcare con mis propias manos –dice Jerica.
De repente, se abren las puertas del salón y Caesar entra como si fuese una diva de The Next Top Model. Está muy elegante, lleva un traje negro con hombreras en picos, una camisa blanca, una corbata de moño color morado y un sombrero de copa a juego con su vestimenta de Halloween. Se quita el sombrero y deja ver su largo fleco teñido de naranja, además de que tiene luces en el cabello, ahora veo porque tardo tanto.
-Vaya, veo que me tienen un amor que no les cabe en el pecho –dice él con tono sarcástico.
-Hasta que nos honras con tu presencia –dice Jerica con el mismo tono sarcástico que el de Caesar.
-Lo sé, tienen suerte de que las honre con mi esplendida y majestuosa presencia –dice Caesar con un tono exageradamente presumido.
Todos estallamos en carcajadas, incluso Caesar.
-¿Trajiste los vestidos?- le pregunta Dania a Caesar.
-No, en realidad, estas bolsas que traigo son cadáveres –dice él con tono sarcástico- obviamente que los traje, me pelee con una anciana que no paraba de pisarlos con su bastón, pero no les paso nada. Ahora, quítense esos trapos harapientos a los que llaman ropa y vístanse.
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Los vestidos que trajo Caesar son preciosos, exquisitamente preciosos.
Dania usa un vestido de corte Imperio Romano con mangas de un tono rosa pálido que llega hasta es suelo, su cabello castaño está recogido en un peinado alto con caireles rizados, su maquillaje es mínimo y lleva sandalias tipo romanas, esta preciosa.
Jerica por su parte lleva un vestido bustier color verde menta con detalles en violeta, su cabello castaño oscuro con mechones verdes y azules esta suelto y alborotado, su maquillaje es de tono violeta, azul y negro, y lleva unos botines a juego con el vestido, madre mía, parece estrella de rock.
Mi vestido es de cintura vasca con diez capas de tul color marfil con detalles en dorado, como si una lluvia de oro hubiese caído bajo el, mi cabello negro está recogido en un delicado peinado suelto, con una diadema con pequeñas flores del mismo color que el vestido, mi maquillaje es en tonos claros, y llevo una zapatillas doradas.
