Eva

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Como de costumbre un chico de 20 años, cabello y mirada castaña caminaba hacia su trabajo, el era un profesor de psicología, aun que mas enseñar el se encargaba de ser casi un psicólogo y confidente para los chicos de la universidad, no daba clases pero estaba mas que calificado para ello, el era el remplazo para el maestro de psicología en la universidad por decisión propia, el era uno de los chicos especiales de No.6 los cuales son escasos, los chicos especiales de No.6 normalmente son enviados a No.5 pero algunos rechazaban la oferta y se quedaban en No.6 haciendo que este gane prestigio por tener mentes jóvenes que sobre pasan la inteligencia actual de los estudiantes, se les da a estos chicos un trato especial, no solo la oportunidad de trabajar y tener un salario igual o mayor a la gente normal, también depende la profesión que quieran desarrollar, en caso de los chicos que se desarrollan en psicología son pocos así que estos son de una categoría mucho mayor, estos tienen no solo un razonamiento excepcional y IQ mucho más elevado, sino que tienen un increíble pensamiento analítico y basto conocimiento, estos chicos entrarían fácilmente en cualquier cargo por ello es que son tan altos en rango y muy buscados.
Este caso se aplica a el joven de cabellos castaños que no hacia mas que divagar en sus pensamientos y recuerdo mientras seguía caminando a la universidad
-Ahhh... Safu me regañara por llegar tarde- eran los pensamientos de aquel joven mientras suspiraba y volteaba a todos lados, se sentía observado últimamente
Una vez llego a la universidad saludo a algunos alumnos que al igual que el iban apenas ingresando a la universidad, a pesar de su rango el se identificaba con los chicos ya que por supuesto tenían la misma edad, muchos le hablaban con respeto y otros lo miraban con envidia, estos últimos los ignoraba no servia de nada darles importancia
Siguió su camino hasta la sala de profesores de la universidad, entro en esta y saludo a todos de forma normal, siguió avanzando hasta llegar a una maquina mostrando su muñeca la cual traía un brazalete electrónico marcando su llegada, así se identificaban las personas en No.6
Sin más se sentó y platico un rato con algunos profesores, poco a poco se empezó a aburrir y fue a la enfermería pensando en platicar con el enfermero que habían contratado, en este caso uno de sus compañeros en la preparatoria llamado Yamase un chico de piel tostada junto a un cabello castaño oscuro y ojos negros
-buenos días Yamase-san todo tranquilo? -preguntó con amabilidad entrando en la enfermería viendo a su amigo que tenía cara de muerto viviente
-ah?... Oh Shion-kun hola, disculpa eh tenido una guardia pesada en el hospital -decía el hombre sobándose la nuca, Yamase era un chico de 24 años mayor que Shion pero apenas comenzaba su carrera en enfermería y Shion ya había terminado su carrera por lo cual se trataban como iguales
-oh ya veo, pero al menos has empezado a trabajar en el hospital mas importante de No.6 -dijo Shion tratando de darle un giro positivo haciendo que Yamase diera una sonrisa aun que cansada orgullosa de sus esfuerzos
-eso no lo puedo negar de poco a poco se avanza no? -preguntó sonriendole a su amigo mientras veía como una chica avanzaba asustada interrumpiendo de repente
-ayuda por favor! Kazunari Mitawa de la facultad en medicina se ha desmayado en el suelo y no responde! -gritó desesperada una chica que se veía era estudiante en la misma facultad por el uniforme, rápidamente tanto el joven Yamase como Shion se levantaron y corrieron al auxilio de la chica, una vez llegaron empezaron primero a tomarle el pulso y examinarla
-Shion, deberías llamar a una ambulancia -dijo el chico de ojos negros mientras revisaba el pulso de la chica
Shion al instante lo hizo, en un rato llego la ambulancia rápidamente llevándose a la chica
Después de eso siguieron las clases normales mientras Shion solo se preguntaba que pudo haberle pasado a aquella chica, salió de sus pensamientos una vez que alguien lo abrazo por la espalda
-ah? ¿Safu? -se asusto un poco por la cercanía repentina pero se calmo al instante al ver a su amiga desde los 9 años
-Shion llegaste tarde acaso? Te espere en la entrada y no habías llegado! -reclamó la chica cruzándose de brazos mirándole con cara de reproche, se le quedo mirando un poco a su amigo por alguna razón sentía que hoy estaba mas arreglado que otras veces, aun que el solo llevaba una camisa blanca y sobre esta un simple chaleco negro junto a unos pantalones de mezclilla y zapatos negros, su cabello castaño algo revuelto y su mirada parecía más brillante
-solo me distrai un poco en el camino-decía Shion mientras veía con atención a su amiga, había cambiado desde que la conoció su manera de vestir, ahora usaba blusas sin mangas y algunas faldas y shorts cortos demostrando su feminidad cuando salían por la ciudad, en la universidad ella se vestía con el uniforme adecuadamente, aun que su carácter de vez en cuando le recordaba aquella chica que conoció de pequeño
La chica le ofreció una sonrisa mientras veía hacia una ventana mirando el patio -encontrémonos en ese árbol si? Quiero decirte algo -dijo la castaña sonriendole mientras señalaba a un árbol fuera de la ventana, Shion sin entender muy bien el motivo acepto así cada quien se fue por su rumbo esperando a que tocaran para salir a un receso para los estudiantes
Antes de que tocaran se dirigió a vagar un poco, en su camino algo le llamo su atención, una mujer, no cualquier mujer, por casualidad paso por la facultad de artes, el terreno de la universidad era bastante amplio por lo cual había dos facultades juntas exactamente eran como una pequeña ciudad en realidad solo que esta constaba de solo dos edificios enormes, solo eran dos facultades la de salud y artes por alguna razón estaban juntas, paso por la facultad de artes y escucho una hermosa voz tarareando ligeramente pero era hermosa aquella voz y la siguió, cada vez que creía encontrarla fallaba así hasta que escucho la misma voz dentro de un salón, deslizó ligeramente la puerta viendo por el espacio que abrió y se quedo estático, esa mujer era hermosa, sintió un ligero calor en sus mejillas, era una chica de cabello largo color azul uno oscuro pero hermoso, su figura era delgada y estilizada, su piel era blanca mucho mas que la suya era casi de porcelana, llevaba el uniforme de la facultad que era una blusa blanca de botones que marcaba su figura y una falda corta de color roja, traía también unas medias largas hasta los muslos y unos zapatos en color negro, se quedo admirando a aquella chica no había podido ver su rostro, la chica empezó a cantar y eso lo dejo hipnotizado en la puerta no sabia que hacia aun ahí solo se quedo escuchando a la mujer
-las perlas en el fondo del mar
-el cielo nocturno donde las estrellas resplandecen
-incluso la luz de mi propia vida
-solo para ti dedicare todo su resplandor
-el mar se agitara e ira rompiendo las perlas
-la tempestad en el cielo ira desvaneciendo las estrellas
-solo el amor que siento por ti permanecerá intacto
-a través del tiempo
- aun seguirá brillando por la eternidad...

No.6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora