Capítulo 8

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Como negar esto que estoy sintiendo, como decir que no a algo que quiero si te vas metiendo cada vez más dentro

hmmm hmmmm

Alejarme de ti es una buena solución a este problemón, pero me vale todo, te buscaré y me quedaré contigo porque te quiero,aunque no debo

Alejarme de ti es una buena solución...

Camila ingresa al salón en silencio, y se oculta detrás de la puerta, y lo ve, ahí está Gabriel sentado, tocando el piano, se ve tan guapo y canta realmente precioso.

Gabriel no se ha percatado de la presencia de Camila, y sigue tocando y cantando casi a oscuras, debido a que las cortinas están cerradas.

No me puede ver así, será mejor que me vaya, mamá está loca.

Camila intenta de salir del salón con cuidado, tratando de no hacer ruido, sin embargo Gabriel deja de tocar y se levanta de la silla, dirigiéndose a las cortinas azules para abrirlas y dejar que entre el sol al salón.

En ese momento Camila está abriendo la puerta, y se choca con un empleado del Club que llevaba comida para Gabriel en una bandeja, al chocar la comida cae al suelo y la salsa de tomate empapa el cabello de Camila y gran parte de su blusa. Gabriel al escuchar el ruido sale de inmediato a ver que sucede, y encuentra a Camila y al empleado ayudando a recoger el desastre del piso.

-Oh oh, que pasó aquí.

-Joven Gabriel, fue un accidente.

-Descuida Juan, en seguida lo limpiamos.

-Ya casi está, iré por un trapo.

Buen trabajo Camila, si antes estabas huyendo de él para que no te vea, ahora luces un increible laceado en salsa de tomate, eres grande Camila, eres grande.

Gabriel se queda mirando a Camila que aún se encuentra agachada terminando de recoger los cubiertos del piso, saca un pequeño pañuelo de su bolsillo y se lo entrega.

-Toma, siempre lo cargo, por si ocurren accidentes.

La mira intrigado, aún no puede ver su rostro, Camila recibe el pañuelo con la cara hacia abajo y se limpia con él, recoge su bolso del suelo que felizmente no está sucio, saca de él un espejo y paños desechables y se limpia un poco el rostro y lo que puede del cabello.

Camila levanta la mirada con las mejillas bastante sonrojadas, como si estuviese hirviendo por dentro.

-Gra-gra-gra cias, será mejor que vaya a los vestidores.

-Venga te acompaño.

-No es necesario en serio.

-Vas a necesitar ayuda, y algo que ponerte encima, deja que te ayude, tranquila que no muerdo. Gabriel gira el rostro hacia Camila, y por primera vez chocan miradas y ambos sonríen.

Tiene unos ojos preciosos, son celestes e intensos, a pesar de que está toda sucia es preciosa, y verla así es tierno, me recuerda mucho a Sofi.

Ambos siguen caminando sin decir palabra alguna, se encuentran con Juan y le entregan las cosas que recogieron, toman el ascensor y suben al último piso del club, donde hay una piscina,un jacuzzy,vestidores y duchas, lo bueno del club es que puedes guardar tus ropas de baño y si no lo haces, pues ellos tienen de emergencia. Ambos se acercan hacía la recepcionista del lugar, está vestida toda de blanco, y los recibe con una sonrisa amable aunque al ver a Camila reprime una risa.

-Buenas tardes- Gabriel lee el carnet que lleva puesta en el pecho la empleada del piso- Hola Adriana ¿puede brindarnos una toalla, jabón, una salida de baño y mucho shampoo?

Lo aprendí asíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora