Cada vez que escuchas a tu enemigo, le das autoridad.El diablo no se posesionó de Adán ni tomó su cuerpo. Tampoco lo hizo con Eva. Él simplemente habló y alguien escuchó.
¿Ves? El diablo no puede contigo si no les das lugar. Asegúrate de no estar escuchando lo que él habla, ni de estar de acuerdo con él.
Estamos tan preocupados con nuestra condición que perdemos de vista nuestra posición.
Si te enfocas en tu posición (eres rey y sacerdote en Jesús, estás sentado a la diestra del Padre, eres hijo de Dios, eres más que vencedor, eres hermano de Jesús, etc.), entonces cambiará tu condición.
No es tu condición la que determina el éxito en tu vida, sino tu decisión de vivir en la posición que has heredado gracias al sacrificio que Jesús hizo por ti.
"Dios les dio nueva vida, pues los resucitó juntamente con Cristo. Por eso, dediquen toda su vida a hacer lo que a Dios le agrada. Piensen en las cosas del cielo, donde Cristo gobierna a la derecha de Dios. No piensen en las cosas de este mundo.
Pues ustedes ya han muerto para el mundo, y ahora, por medio de Cristo, Dios les ha dado la vida verdadera. Cuando Cristo venga, también ustedes estarán con él y compartirán su gloriosa presencia". Colosenses 3: 1-4 (TLA)