Ahí estaba yo luego de un mes de haber roto con mi novio, porque el quería probar nuevas cosas, caminando por el parque en el que justamente el me había dicho las palabras que aún no supero, "Debemos terminar, estoy enamorado de un hombre" no se si no las supero por el hecho de que me haya dejado o porque suenan algo graciosas. Me senté en una banca cerca de un árbol pensando nuevamente en esa situación y suspire, eso hizo que de mi boca salga humo, el humo que provoca el frío ya que estábamos en invierno, mas específicamente comenzando las vacaciones. El parque estaba medio deshabitado pero dicen que las casualidades no existen, ¿no es así?
De repente un ruido me saca de mis pensamientos, gire mi mirada y lo vi, un chico de unos 17 años sentado a mi lado con las manos en su rostro un gorro de lana gris y una campera negra. Escuchaba como si estuviera hablándose a si mismo, así que decidí ignorarlo hasta que luego de varios minutos la voz de aquél chico se hacía aún más y más fuerte. Así que volví a mirarlo pero esta vez el saco sus manos de su cara y me miro también, era un chico muy guapo. Su pelo era castaño claro y sus ojos color miel, su mandíbula estaba apretada así que note que se encontraba enojado. Sentí su mirada sobre mí y eso me puso algo incomoda por lo que dije:
-Hola, ¿Estas bien?
El chico cuyo nombre no sabía me examinó de arriba a abajo lo qué me molesto un poco pero luego suspiró demostrando que estaba agotado, relajó la mandíbula y asintió con la cabeza.
-Si, es solo que estoy algo enojado. -Acerté, el estaba enojado y se notaba desde lejos.
-Se que no nos conocemos pero si quieres puedes contarme que ha pasado. -Esas palabras sonaron mas rudas de lo que pensé.
-Si, claro. Es solamente que.. creo que mi novia me esta engañando con otro hombre. Mejor dicho su mejor amigo.
-Pero si es su mejor amigo no creo que pasen mas que eso, tenés que confiar en ella.
-Si, lo intentó pero no puedo. No importa, no quiero aburrirte con mis problemas. -Miró hacía otro lado y yo sentí la necesidad de abrazarlo, por algún motivo entendía lo que el sentía pero no sabía como explicarle.
-Soy Azul, Azul Johnson. -Saque mi mano de mi bolsillo y la estire hasta donde se encontraba el, su mirada viajo de mi mano a mi rostro y me dedico una leve sonrisa.
-Nicolás, Nicolás Kirov. Un gusto. -Tomó mi mano y la llevo a su boca dejando en esta un pequeño beso, solté una leve risa y asentí con la cabeza en su dirección. Este chico me caía cada vez mejor.
-¿Que te parece si vamos a tomar un café y me contas más sobre tu problema?
-Me parece perfecto. -Me levanté y el se levantó detrás de mi, caminamos juntos hacia la cafetería mas cercana mientras yo le contaba sobre mi ex novio y su orientación sexual, el se reía mucho cada vez que le contaba una de mis anécdotas y yo me reía con el ya que tenía una risa bastante contagiosa. Al llegar a la cafetería ambos ordenamos lo que queríamos y junto a nuestros pedidos nos sentamos en una mesa cerca de la ventana que daba a la calle.
-Entonces, ¿hace cuanto estas con esta chica?
-Dos años.
-Es mucho tiempo, pero si se aman esta bien supongo. -Tomé un poco de mi café, me quemé la lengua pero intente disimular lo mas posible.
-La amo, pasamos por tantas cosas que aún no creo que sigamos juntos.
-Que lindos, con mi ex duramos un año y me dejo por un hombre. Pero eso ya te conté.
-Si, que tonto ese chico. -Comencé a emocionarme por lo que acababa de decir, tenía muchas ganas de abrazarlo y no soltarlo jamás.
-¿Por que tonto?
-Porque dejo ir a una chica como vos. -Mire sus ojos, y el los míos. Nos quedamos manteniendo la mirada por un largo tiempo hasta que decidí cambiar de tema y le pregunte sobre sus familiares. Estuvimos hablando hasta que se hicieron las 19:00, ya era tarde y estaba oscureciendo.
-Creo que ya tendría que irme, -me paré rápidamente y el se paró al instante, me coloqué mi campera y mi gorro- fue un gusto conocerte, Nicolás Kirov. Espero que haya mas tardes como estas.
-Espero volver a verte. -Fue lo único que dijo, dejo dinero en la mesa y un papel.- Hasta pronto, Azul Johnson. -Beso mí mejilla y salió de el lugar colocándose su gorro, no volteo a verme ni un segundo.
Tomé el papel y en el había un numero de teléfono, mejor dicho un numero celular, me reí algo fuerte y negué con la cabeza. Saqué mi móvil, marque el numero que se encontraba en el papel y llamé. Luego de 2 timbres, atendió.
-Pensé qué ibas a tardar menos en llamar, Johnson.
-Pensaste mal, Kirov.