"Hey, ¿eres de por aquí? Pensé que esto estaba desierto... ¿Linda? ¿Podrias bajar el lápiz? ¡Hola! ¡Te estoy hablando! ¿Me oyes? Oh, por Dios, ¿eres sorda? Ah, ¡las señas! Las aprendí en tercero. No, espera, así no era. ¿Tenía que mover la izquierda hacia arriba o...?"
"¿Te molesta? Estorbas la luz, la carne de burro no es transparente."
"Lo siento. ¿Puedo sentarme aquí?"
No se detiene ni a mirarlo cuando dice:
"No."
"Bueno. Lo haré de todas maneras. ¿Cómo te llamas?"
"No es asunto tuyo."
"Uy, qué humor. Mi nombre es Alex."
"Podría decir que es un gusto, pero, ¿para qué mentir?"
"Chica dura; conozco tu estilo."
"Oh, ¿en serio?"
Cuando Alex asiente la cabeza, se siente ansiosa para empezar a ser juzgada a las 6 de la tarde, así que baja el block de hojas blancas y se cruza de brazos en espera.
"Cuenta me."
"Te alejas de mundo, no tienes amigos, estás harta de tu familia, y apuesto a que te la pasas dibujando puestas de sol: como ahora, solo para atrapar tus sentimientos y reflejar tu amor hacia un chico en un pedazo de papel."
Deja escapar una carcajada cínica y el muchacho levanta una ceja.
"Voy a decirte sólo una cosa de mi; no me importa lo que la gente piense, crea u opine de mi."
