Lo que no estaba buscando

14. Sé de mis sentimientos.

14. Sé de mis sentimientos.

El sol me hizo despertar con su molesta luz. ¡Ojalá te quemes sol!, me di la vuelta para ocultar mi rostro de la luz y allí lo vi. Zayn estaba a mi lado, totalmente aferrado a mi cintura y durmiendo plácidamente. Sonreí y acaricié suavemente su mejilla para evitar despertarlo, pero segundos después, sus ojos avellana se fijaron en mí, nuestras miradas sumamente perdidas en los ojos del otro. Él me sonrió de lado y me apretujo más contra él. Nos abrazamos y dimos un giro en mi cama tipo 'ninja', él quedó encima de mí.

— ¿qué? —le pregunté riéndome, al ver que él me miraba seriamente. Acarició mi mejilla.

—te amo—susurró quebradamente y sin pensárselo dos veces. Mi pregunta era: No pensó antes de decir ese 'te amo' porque:

A) Tenía bastante claro que me amaba por lo tanto, no necesitaba pensárselo dos veces.

B) Lo dijo porque ya lo ha dicho, y no mide lo importante que es aquella palabra.

Estaba rogando en mi interior, que la respuesta a la anterior pregunta fuese la A.

— ¿y tú? —me preguntó al ver que no le respondí su declaración, aún incógnita en mi cabeza. A lo que respondí:

—No sé si se lo voy a decir a la persona correcta—objeté refiriéndome a él. Me sonrió algo triste.

—sólo tu corazón lo sabe. —le di un empujoncito por los hombros apartándolo de mí, me levanté y él se quedó sentado en la cama. Lo miré cruzado de brazos.

—no seas cursi Zayn. —le dije sin ningún problema—: esas frasecitas son patéticas. Mi corazón no sabe si eres la persona correcta. Yo lo sé Zayn.

Me miró confundido, lo bastante como para que yo le explicase lo que recientemente había dicho.

—mi corazón no sabe si te ama. El corazón sólo bombea sangre, no piensa, ni siente por ti. Yo sé lo que siento, otra cosa es que prefiera ocultar la verdad y fingir algo que sé que no es verdad.

—entonces, ¿me estas queriendo decir que sabes perfectamente, si me amas o no?

—si Zayn, lo sé.

—y... ¿me amas? —preguntó avergonzado y con la cabeza gacha. Yo me reí sínicamente y vi en sus ojos la tristeza y humillación reflejadas.

— ¡Que pregunta tan tonta, Negro!... ¡Claro que te amo!

Me miró sonriente. Me acerqué a él y lo besé inclinándome hacía abajo. Sin darnos cuenta, después de unos minutos yo estaba sentado en su regazo, el me agarraba la cintura y yo abrazaba su cuello mientras nos besábamos.

—Esta noche saldré con alguien especial—me informó cuando nos separamos un momento para respirar. Lo fulminé con la mirada, el se rio—, contigo Culón. —me reí y lo besé.

¿Sería una cita? Sí, era una cita.

¡¡¡¡¡¡CONTINUARA!!!!!! Abrazos psicólogicos a toda/os. Las adoro.