Capitulo 14

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Me levante del suelo con las piernas entumidas, dolían pero las ignore.   Camine hacia las escaleras, pero al pasar por el espejo que había en el pasillo pude captar mi reflejo en el. 

Recorde mi primera semana en Nueva Orleans antes de que todo esto pasara, cuando tenia un padre, una mascota, un trabajo, amigos. Recuerdo haberme vestido para mi primera cita con Klaus mis ojos brillaban de emoción y mi rostro lleno de vida. 

No tenia nada que ver con lo que veía justo ahora: 

En el espejo había una chica de piel gris, ojos cafe tan opacos que incluso parecía negros, con el cuerpo lleno de sangre cicatrices y moretones, el cabello hecho un desastre detrás de las orejas. Era como ver un cadaver. Otra lagrima se resbalo de mi mejilla, en esto me había convertido, hace unas cuantas semanas si alguien me hubiera dicho que en esto me convertiría jamas lo hubiera creído; porque lo que estaba viendo en ese espejo era una persona tan diferente a lo que había sido antes. Lo único con vida se veía en mi cuerpo era mi collar, estaba brillando tanto nunca antes había visto que hiciera eso; aunque después de como lucia, cualquier cosa parecería tener mas vida que yo. 

Me dirigí a mi habitación, decidí obedecer el consejo de Klaus ya no quería empeorar las cosas y sentía que esto era lo menos que podía hacer. 

Entre de mala gana y vi que todo estaba hecho un desastre, la puerta muy apenas y podía abrirse y cerrarse, los muebles en el piso y los cristales rotos por todas partes.  Suspire y camine hacia la cama y me deje caer en ella sin pensar; mi primer error. 

Algo se encajo en mi hombro, sentí como atravesaba mi piel y se introducía hasta el hueso dentro de mi, el dolor se extendió por todo mi brazo y parte de mi espalda. Me mordí la lengua para no gritar. 

-Maldicion!! - dije - Soy una idiota! - Me decía a mi misma. Todo había salido mal estaba tan molesta conmigo. Tome el cristal por el borde con fuerza y jale de el, trate de no gritar pero me era imposible el dolor que había en mi brazo crecía cada vez mas y lo peor de todo es que solo logre sacar parte de el. Respire hondo y repetí los pasos pero esta vez lo tome con tanta fuerza que mi mano empezó a sangrar y jale de el lo mas rápido que pude. 

Esta vez logre sacarlo, pero estaba lejos de sentirme mejor, arroje el cristal ensangrentado al la cama y me quede viéndolo, después al resto de la habitación. Yo no podía estar aquí mas tiempo, era horrible, sentía como si hubiera muerto por dentro. Como se suponía que alguien podía vivir con algo así, no estaba segura de poder lograrlo. 

Sali de la habitación, todo estaba tan.. tranquilo, no había nadie. - Esto es lo mejor - dije para mis adentro y me dirigí a la salida, camine hacia el pasillo pero me detuve en seco. Tome el collar que había en mi cuello y lo arranque, sabia lo que tenia que hacer con el. 

Me dirigi a la habitación que se encontraba al final del pasillo y me detuve en la entrada, la habitación de Hope, no sabia si ella estaba ahí o si Klaus podía estar con ella, pero no importaba; tenia que darle esto sentía que era importante que ella lo tuviera. 

Abri la puerta con cuidado de no hacer ruido y entre muy despacio, y ahí estaban las dos personas que amaba tanto, Hope en su cuna; parecía un angelito y Klaus en una mecedora de madera blanca junto a ella ambos dormían.   Me dirigí a Hope la mire por unos segundos, abrí mi mano y vi el collar estaba manchado de sangre, lo limpie con mi blusa y me asegure que no quedaran rastros de sangre en ninguna parte, antes de ponérselo con mucho cuidado en el cuello para no despertarla. Me quede mirándola, o dios la extrañaría tanto. 

Di la vuelta y vi a Nicklaus, se veia tan tranquilo durmiendo pero aun así podía ver lo exhausto que estaba. Aunque sus heridas ya hubieran sanado pude ver lo cansado que su rostro se veía. 

Don't let me go - Niklaus MikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora