mi vida

en la misión

Ya era sábado estábamos listos para partir. Me sentía super mal, al punto de que mi amiga Natalie se dio cuenta.
-¿ Amelia estas bien, te noto triste?, ¿acaso a ocurrido algo?- ahora que le digo? Acaso soy tan obvia.
-Natalie no te preocupes, no es nada, solo cosas de la universidad-lo cual no era mentira estaba preocupada tenía un examen el próximo jueves.
Nos subimos al bus que nos llevaría, con Natalie siempre nos íbamos sentadas en los asientos traseros del bus por lo cual como de costumbre me dirigía allá, sin embargo ahí estaba él, como no lo pensé antes se irán juntos y sólo sufrire más al verlos actuar como pareja, que tonta soy aveces, señor ayúdame por fabor pedí. Al final fui al baño y me demore arto intencionalmente así que como quería los puestos habían sido ocupados por ende me gane más adelante. Sentándome oyó el grito de Natalie que que dice que valla con ella, así que me dirijo hacia ella resignada.
- Amelia siéntate aquí te guarde puesto, porque te demoraste tanto?.
-no sabía que responder- así que sólo me límite a decir que también había ido a comprar, lo cual no era mentira.
- Y que fue lo que compraste?-carajo pero que interrogatorio-
-Amor dejala tranquila, dale un respiro ella sabe lo que tenía que hacer-sonrie mirándola con amor-
Suspiro con un poco de dolor y mi pecho se apreta por un momento siento que me derrumbarse y llorare aquí mismo.
-Bueno nos vamos- esas palabras me sacan de mis pensamientos - está todo listo, trajeron todos sus carpetas -la traje? Así lo ise uff menosmal, veo a todos asentir - muy bien entonces estamos listos puede partir.
Ya aviamos orado antes de salir, mi capa y carpeta estaba listo igual.
En el trayecto Natalie y Lukas intentaron hablar conmigo pero me escuse con el estudio, y eso fue lo que ise, me despejó en demacia, sin embargo no pude excusarme todo el tiempo, debí darme un respiro, con intenciones de jugar un juego en.el teléfono, tuve que conversar con Natalie, Lukas, Madie y Antonella, que insistían en conversar conmigo, un poco disgustada, pero eran mis amigos y no podía dejarlos de lado por más mal que me sintiera.
- Y que tal la universidad Amelia? -Pregunto Madie-
- Bien umm, estudio para una prueba ahora-
-Que estudias? -Pregunto lukas.
-mmm esto- le pase mi teléfono para que mirara.
-Se ve difícil...mmcc...-
-Que?...que?? Que pasa??-oh!! No pero como tan estúpida... Tenía una foto de nosotros juntos de perfil. Ojala que no la vea Natalie.
-Que pasa amor, acaso viste una foto del pololo....? Uuuii Amelia- ríe burlona-
- No sólo tengo un poco de sed, toma Amelia.
-Ya, mejor seguiré estudiando-
Hasta ahí llegó mi momento incomodo seguí estudiando y me concentre que olvide lo demás, solo salí de mi concentración por Natalie que sacudió mi hombro.
-Que pasa?-
-Llegamos y no te diste ni cuenta.
-Enserio?
-Si- ríe.
- Bueno llegamos bajen del bus y formense, entraremos cantando el himno "hemos venido hasta aquí ".
Que lindo himno empezamos a cantar Natalie se gana a mi lado y comenzamos a caminar, mientras entro, siento algo inexplicable, algo muy hermoso como un gozo una paz tremenda y me siento como en casa. El pastor nos resive, terminamos de cantar se pide la bendición y oramos agradeciendo haber llegado bien. Al parecer somos el último coro en llegar.
Luego de la invitación para pasar a los comedores, nos dirigimos allá, ocupamos gran parte de la mesa con otras hermanas de otras iglesias, es un momento bastante emotivo, se pide la bendición y comenzamos a conversar con las demás hermanas, reímos con el director y su esposa, además de las otras hermanas con las cuales me había ganado, esta vez sin Natalie y Lukas.
Joaquín
Me fui a la oficina de mi pastor, ayer me había sitado, sin embargo no pude ir ya que tuve que ir a dejar a papá y algunos hermanos, pero hoy iva específicamente a eso, cuando llege el pastor me saludo de un abrazo y apretón de manos, realmente eso me dio esperanzas, fui vestido de traje, como normalmente lo hacía, Me gustaban, entramos y cada vez me sentía más nervioso, después de todo presentía de que trataba está conversación, aunque a la vez no quería hacerme falsas esperanzas.
Sentándome enfrente del escritorio, sentí mis manos sudar, el pastor río, notaba mis nervios a flor de piel.
- Hijo, tan preocupado.
-Si mi pastor - le sonrió con una sonrisa nerviosa.
- Ya mira no te pongas tan nervioso, hoy llegará.
- Que? Como llegará? Quien llegará?
- Como que quien tu esposa - ríe con ganas - Hijo, hoy la conocerás, no la pedías tanto y ahora estas asustado?.
- No no es eso para nada, pero de verdad, sabe yo lo sentía cuando venía hacia acá eran esos mís nervios.
- Bueno nuestro soltero codiciado se nos va está noche, pobres señoritas.
-Río, es increíble que con tal comentario se han ido todos mis nervios-Esta noche, Dios como será- sonríe con conocimiento.
- te darás cuenta muchacho, bueno no te detengo más tiempo que reclamaran tu presencia en la servidumbre.
-Bueno mi pastor me retiro con su permiso.
-Adelante hijo.
Me voy todavía sorprendido, pero a la vez sintiendo algo desconocido por mi ahora, es como felicidad, si felicidad, pero no la normal, si no que mezclada con una mujer grande ansiedad, ganas de tenerla conmigo, poder darle aquel anillo que tanto representó para mi familia y que todas las mujeres de mi familia tuvieron, y ahora yo se lo daría a ella- sonriendo me fui a la cosina.
Encontré a todas las hnas cosinando y la servidumbre resien llegando, siempre tarde, ya casi teniamos todo listo, pusimos la mesa con los demás que llegaron, en eso nos pusimos a cantar este himno "digno eres tú señor de toda gloria, digno eres tú señor de la alabanza... " y yo sentí un gozo tremendamente inexplicable, me sentí lleno en ese momento.