La muñeca

El juego

Estaba deprimida, creo que ya era hora de jugar, ella se compraba afeitadoras con la excusa de que quería ahorrar dinero en depilaciones innecesarias, el juego comenzaba, iba a su cuarto, tomaba una hojilla y comenzaba a trazar líneas horizontales en la muñeca de su brazo, ¿Qué sucede? Espera no me digas que tu... ¿En serio creíste que hablaba de una muñeca de tela o algo por el estilo? No, hablo de las que están por su antebrazo, esas que ella se lastima cuando tiene la necesidad, en fin, viste la muñeca en la portada y te confundiste, no juzgues a un libro por su portada, así como no debes juzgar a una persona por su sonrisa, podría ser solo una cortina, así como el juguete que está en el exterior de esta historia, bueno, continuemos. Dolía mucho, hablo como si yo supiera y la verdad es que si, pero mas adelante explicare eso, como sea, esa curva que ella tenía en las mejillas cuando sonreía ya no podía detener las lagrimas porque, a parte de que estas eran muchas, sus expresiones faciales estaban caídas de tanto forzar su hermoso rostro, duraba solo un rato así, no quería emocionarse, sabía que era demasiado peligroso, esperaba que se formaban las respectivas cicatrices, lavaba sus heridas (para nada, porque luego sería tiempo de un nuevo juego) y procedía a ponerse un suéter, para ocultar sus muñecas del público, y digo "publico" porque no son mas que espectadores los cuales no tienen el más mínimo interés de ayudarla, aun sabiendo lo que hace, solo se hacen los que no saben, así como tu cuando tienes que estudiar y te inventas excusas, no importa, ya el estaba llegando, estaba a mitad de camino, esa persona que no solo la sacaría del vacío en el que se encontraba, sino que también saltaría con ella las veces que fuera necesario.
Transcurrían los días y las cosas seguían iguales, misma rutina, los compañeros y notas de siempre, salidas similares y fiestas que aun que fueran nuevas, ella sentía que ya había estado allí, de todas formas no podía salir demasiado, tenía pocos vestidos con manga larga y a veces los cortes eran muy profundos y el maquillaje no los tapaba del todo, ¿Por qué lo hacía? A lo mejor porque por dentro se odiaba, todos tenemos nuestras razones, alguna vez en nuestra vida todos nos detestamos por lo menos un poco, y no, no te atrevas a negarlo, no importa que tan alto sea tu ego, una vez aun que sea te ha dado asco ver tu reflejo, que mal, acostúmbrate porque no tendrás otro hasta que seas feliz, ella estaba buscando precisamente eso, mirarse al espejo y ver algo mas que cosas negativas. Bipolar, también podría describirla con esa palabra, pues tenía ataques de ego altos causados por razones extrañas, de todas formas, así como su alegría, eso no duraba mucho, ya no faltaba casi para volver entrar en el colapso total de odiarse sin razón alguna.