Llegada

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Cuando entras en ansiedad, o en algún momento de depresión, siempre es recomendable realizar una actividad que creas que te va a ayudar a despejar tu mente y sentirte un poco mejor. 

Yo encontré mi alivio en fotos, yo no tomaba las fotos, a mi me tomaban las fotos. 

Cuando llegué a Australia estaba en una crisis emocional muy grande, quería huir lejos de California pero el recuerdo de todos me perseguía en todos lados, en mis redes sociales, en las llamadas e incluso en la ropa que usaba. 

Mi papá era el primer recuerdo del que quería huir, pero huir de él sería huir de una vida y vivir en la calle porque aquí el dinero no se gana fácil siendo estudiante y querer estudiar. Aprendí a soportar las llamadas de mi papá para decirme que había dinero en mi cuenta para poder comprarme algo, también que alguno de sus libros se haría película y darme predicciones de quienes serían los afortunados.

Pero necesitaba sobrevivir, y para sobrevivir es necesario, a veces, ser un poco hipócrita. 

Empecé a estudiar Mercadotecnia y también era modelo, mis fotos se empezaron a ver en muchos lados y poco a poco más personas conocían a la niña rara que solamente hablaba con quien era obligada a trabajar en los proyectos escolares y con los fotógrafos pero que era muy bonita en su físico.

En una de esas tantas sesiones de fotos, conocí a un nuevo fotógrafo. Jake Hunter. Un chico que tenía una gran delicadeza y sensibilidad y con el que tuve una conexión casi instantánea. 

Aunque el quería algo más que ser compañeros de trabajo, yo le supe decir que no y lograr que esa amistad y conexión siguiera ahí.

Sé que Jake está dispuesto a intentar algo porque al año de conocernos se fue a vivir al departamento de enfrente donde yo vivo.

Jake es una de las pocas personas que sabe mi pasado completo, la pérdida de mi mamá, la pérdida de mi hermana por algo estúpido y el estrellato que conocí gracias por esa estupidez. 

Poco a poco la ansiedad se va de vez en cuando, pero regresa cuando miro fijamente una foto de Amy que tengo al lado de mi cama, o la que está en mi tocador donde estamos juntas. 


AgnethaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora