Juan Luis mejor conocido como Maluma en su vecindario, era un chico de escasos recursos al que le llegaría una gran oportunidad, trabajar para una familia adinerada liderada por Jeremy Bieber un multimillonario empresario, su esposa Pattie Mallette, una diseñadora de modas y el único hijo de la pareja; Justin.
Justin era un chico de 20 años, rubio y de buen cuerpo al que nunca le faltó nada, aunque nació en Canadá se la pasaba mudándose de un lugar a otro por todo el mundo debido a las ocupaciones de sus padres, había vivido en todas partes, tenía amistades fugases con las que perdía contacto y no lograban perdurar en el tiempo, al igual que alguna relación con una que otra novia.
El nuevo destino de la familia Bieber sería Colombia, específicamente Bogotá, donde Jeremy construiría una nueva compañía.
Jeremy le expresó su preocupación por la seguridad de su familia a un albañil que se dedicaba a la construcción de la empresa y que se había ganado su confianza, ya que al poseer tanto dinero quedaban muy expuestos.
El albañil le recomendó contratar un guardaespaldas y que tomara en consideración para el puesto a su hijo Maluma, quien a pesar de no contar con la experiencia necesaria, podía brindar la tranquilidad para él y su familia.
Maluma era alto, de piel blanca muy bronceada, cabello negro, ojos oscuros, brazos grandes y anchos, así como unos pectorales perfectamente definidos y unos abdominales marcados. Su escultural cuerpo se debía a que se dedicaba al boxeo callejero en su barrio, otorgándole la habilidad necesaria para quedarse con el puesto de guardaespaldas.
Maluma estaba nervioso, sería su primer trabajo serio después del boxeo, para estar a la altura se compró un par de trajes con el dinero que tenía ahorrado. Y así llegó a su primer día de trabajo.
La mansión de los Bieber estaba ubicada en una zona exclusiva, tenía más de 1.000 metros cuadrados, 11 habitaciones y 7 baños, finas lámparas de techo que iluminaban toda la casa. Había un bar, una cancha de tenis, un campo de golf, también una sala de cine, un gimnasio y una piscina gigante.
Jeremy: Familia, les quiero presentar a Maluma. Él será responsable de la seguridad de ustedes las 24 horas mientras yo trabajo. Es hijo de una persona de mi total confianza así que por eso no habrá ningún problema.
A Justin no le alegraba mucho la idea de tener una persona vigilándole todo el día por lo que prefería quedarse en casa.
Iban pasando los días y Maluma solo acompañaba a la señora Pattie ya que Justin no salía a ninguna parte.
La semana de la moda de Roma se acercaba y Pattie presentaría sus nuevos diseños allí. Justin prefirió no ir a pesar de que sus padres insistieron, estaba desanimado, así que Maluma acompañó a los esposos Bieber al aeropuerto.
Jeremy: Maluma, te encargo lo que más quiero en el mundo. Estaremos de regreso en 10 días.
Maluma: No se preocupe señor Bieber. Todo estará bajo control.
Jeremy: Me alegra oír eso.