Benditos cólicos
Por: Kirari Ai
-Yuri... -. La nombré mientras recargaba mi cara contra su espalda.
-Espérame un poquito, Jessi. Casi le gano a Taeyeon.
Me hice a un lado y rápidamente tomó el queso rallado y la salsa Bechamel para ponerlas sobre el molde de la lasaña. Acto seguido se puso sus guantes de cocina y metió el platillo al horno.
- ¡Ja! - Exclamó burlonamente. - ¡Otra vez acabé primero!
-No cantes victoria tan pronto, Yuri-. Contraatacó Taeyeon. -Aún falta que las otras soshis lo prueben. ¿O quieres que te recuerde qué dijeron de tus empanadas la última vez?
-Calla...-. Le reprochó.
Tae terminó de ponerle salsa a su lasaña y después le espolvoreó el queso, se puso los guantes y metió al horno su molde.
-En 15 minutos sabremos quién ganó-.Finalizó y salió al patio a jugar tenis con Sunny.
-Disculpa Sica, ahora sí, ¿qué sucede? - Me preguntó Yuri, al fin haciéndome caso.
Me dirigí a sus brazos y ella me recibió felizmente.
- ¡Muero...! -Respondí haciendo pucheros.
- ¿Por qué, princesa?
-Me duele...-. Dije, escondiendo mi cara en su pecho.
-Aaawww, ya entiendo. ¿Del 1 al 10 cuanto te duele?
-11...
Yuri se rió suavemente.
- ¿En serio? - Preguntó.
-Bueno...7...-.Rectifiqué.
-Aaaww, lindura. Ven.
Tomó mi mano y me llevó al sofá. El dolor debajo de mi abdomen era fuerte, pero no insoportable. Aún así, quería que mi Black Beans me consintiera. Llevaba toda la mañana con el dolor, pero había estado aumentando lentamente. Mi cabeza ya dolía un poco y no quería llegar a sentir nauseas.
-Quítate los zapatos-. Me dijo y la obedecí.
Ella subió las escaleras y segundos después se acercaba a mí con un par de pantuflas violetas.
-Gracias-. Comenté al ponerme el par que me trajo.
- ¡Hagamos Yoga! - Sugirió animada.
- ¿Qué?
-Sí, mira. La posición del Diamante alivia la tensión muscular en la zona pélvica-. Me explicó cuando se sentó en el piso y comenzó a seguir sus propias instrucciones. - Siéntate en el piso con tu espalda recta.
-Yuri...
-Dobla las rodillas y mantenlas lo más pegadas al piso que puedas-. Continuó hablando, ignorándome.
-Yuri...
-Junta tus pies, planta con planta, para...
- ¡Yuri! -Alcé finalmente mi voz.
Ella rió.
-Es broma, es broma. Sé que lo tuyo no es el yoga.
Hice otro puchero queriendo hacerle notar que no estaba para bromas.
Se levantó de nuevo y volvió a subir, pero esta vez bajó con una cobija calientita y la dejó junto a mí. Después fue a la cocina, donde se encontraba el botiquín de primeros auxilios y tomó la bolsa de agua, junto con una pastilla analgésica.
Llenó la bolsa con el líquido correspondiente y de igual manera me sirvió agua potable en un vaso.
Metió la bolsa llena al microondas y se me acercó para darme la pastilla.
-Toma, preciosa-.Me tragué fácilmente la pastilla gracias al agua y dejé el vaso en la mesita junto a mí. -Ya casi se calienta el agua-.Comentó Yuri.
Después de unos segundos el timbre del micro sonó y ella fue a sacar la bolsa. Se sentó al otro lado del sofá y le dio unas palmaditas a sus piernas para indicarme que me acostara en ellas. Enseguida lo hice. Levanté levemente mi blusa y puso la bolsa caliente en mi abdomen desnudo. El calor era aliviador.
Era por este tipo de cosas que pensaba que salir con una chica era mejor. Un hombre jamás entendería asuntos como este.
-Duerme-. Me recomendó.
-Pero sabes lo mucho que duermo, ¿te quedarás hasta que despierte?
-Claro, no te preocupes, yo veré televisión-. Señaló la pantalla plasma que se encontraba delante de nosotras. - No olvides abrigarte, hace frío.
-Ah, cierto-. Me incorporé y agarré la cobija que había traído para ponerla en mis hombros.
Pero antes de volver a acostarme me detuve y observé el bello rostro de la muchacha frente a mí.
-Yuri.
- ¿Sí? -Preguntó mientras me miraba a los ojos.
-Te quiero-. Y le di un dulce beso en los labios, después volví a recostarme en sus piernas.
-Yo también te quiero, princesa.
Cerré los ojos y escuché que encendía el televisor en un nivel bajo. "Benditos cólicos" pensé, antes de caer profundamente dormida bajo el cuidado de mi amada novia.
