Capítulo 5.

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-Sora, por dios basta ya entendimos tu felicidad amiga y me parece estupendo, pero vamos tienes amigos, no nos abandones.
-No seas ridícula Tara apenas si lo veo aparte han sido las dos semanas mas hermosas de mi vida desde que me pidió fuera su novia, yo, por favor aun no me lo creó.
-Ok, pero gracias a que magnífico amigo tuyo consiguió tu numero y empezó todo este amor amiga mia.  -A ti mi hermoso Rodrigo, ¡te amo te amo! 
-¿Y yo? Te eh apoyado como una hermana, has roto mi corazón, ¿lo escuchas? Esta en mil pedazos y esos mil pedazos en mil pedazos mas, es tu culpa bastarda. - Basta Tara deberías de pensar en cambiar de carrera creo que en vez de doctora sexi serias una estupenda actriz. - Dijo burlandose. -Ja ja ja y tu comediante estúpida.
-Ok, me voy amigos, mañana desgraciadamente es lunes hay que dormir y hay que estudiar.
-Si tu dormir se llama "me voy a tener sueños humedos con mi sexi y caliente novio" ¡descansa amiga! - Seras idiota Rodrigo, hasta luego Tara, te amo, a ti ya no por estúpido.

Al día siguiente desperte de muy buen humor, y no, no tuve ningun sueño en donde Andrés apareciera, solamente descanse bien. En el momento que iba bajando las escaleras me tope con la mirada acusadora de mi madre.
-Sora todo mundo sabe tu relación con este chico Andrés Roster y yo que soy tu madre me tuve que enterar por chismes que por mi propia hija. - dice de la manera mas dramática posible.  - Mamá de verdad lo siento solamente que no se había dado la ocasión y pues no se, se me olvido y ya. Pero ya sabes asi que bye que llego tarde a la escuela.
-Alto ahi señorita, no te creas que te escaparas tan facilmente de mi, el viernes organizaremos una cena en la cual vendra Andrés y los señores Roster, ¿Ok?.
Cielo santo creo que ni ella se aguanta cuando se pone así,  dios paciencia ¡por favor!
-Si mamá ahora si me disculpas, ¡Adios!

Como diablos le dire a Andrés la gran idea de mi mama y "su cena" ¿Que pensara? Dios por favor iluminame y dime como.

En cuanto llego a la escuela se encontró con Tara y Rodrigo gracias a dios
-¡Chicos codigo Rojo!
-Sora, calma, ¿que es ese codigo rojo del que hablas?
-Mi mamá ya saben ella y sus fabulosas ideas, quiere que invite a Andrés y a sus padrea a una cena que organizará el viernes, ¡¿Que acaso esa mujer esta loca?!
-Es tu madre, que esperabas. - Dijo Tara con un tono divertido. -Vamos Sora no puede ser tan malo, a demás eso le da mas compromiso a la relacion.  - Dijo burlándose Rodrigo.
-Se supone que son mis amigos deberían de apoyarme no de estar de acuerdo con la loca de mi madre.
-Ya, no seas dramática y es ahora o nunca por que se viene acercando el adonis de tu novio. - Dijo Tara.
Sora le mando su mirada mas asesina que pudo y se volvió para ver a Andrés quien llego y la beso de la forma en que tanto le gustaba, esa que hacia perder todos los sentidos a Sora. - Hola amor te extrañe todo el fin de semana. - También yo Andrés. - Vamos tengo algo que proponerte. Y se fueron tomados de la mano y con todas las miradas aun de sorpresa de los de más.

Sora se revolvia en su asiento esperando a la hora del almuerzo para hablar con Andrés no sabía como decirle lo de la cena sin que pensara que lo estaba comprometiendo mas de lo necesario, pero debía de decirle, como dijo Tara era ahora o nunca, en eso salio de sus pensamientos y se dio cuenta de que la campana para el almuerzo había sonado.
-¡Vamos Sora tu puedes!

Si, si no dile a adiós a ese adonis que viene hacia ti.

-Hola Andrés, yo... Yo debo de decirte algo.
-Espera Sora primero yo, mis padres te invitan a cenar el sábado, ¿Que dices?

¿Enserio? Me estaba muriendo lentamente por su reacción y ahora resulta que seme adelanta por la misma razón. Dios que estúpido es esto.
-Eh... ¿Eh?, si claro esta bien, pero antes ustedes estan invitados el viernes a una cena con mi mama, y por ustedes tu y tus papás.
-Por supuesto Sora, ¿Eso era lo que te tenía tan rara en la mañana?

¿Que mierda? Pues claro como lo puede tomar con tanta normalidad este tipo esta loco, o acostumbrado.
-Si me daba mucha pena decírtelo.
-Sora, nada me haría más feliz que conocer formalmente a la mama de mi hermosa novia.

Y con eso, morí, me acaba de decir hermosa, dios.

Lo Aprendi de TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora