Parte de historia sin título

266 21 3
                                    

Un nuevo día amanecía para el grupo. Los trolls más madrugadores ya estaban en pie y algunos otros empezaban a desperezarse entre las sábanas. Para variar, y a pesar de ser temprano, la sala principal era un caos. Nepeta estaba a un lado, estudiando a sus ships potenciales y haciendo anotaciones en una libreta. Al otro lado, Terezi se divertía pintando con sus tizas de colores cosas que sólo para ella tenían sentido. Y en medio de todo, John y Karkat estaban haciendo el payaso jugando con una silla. O al menos John estaba jugando, Karkat sólo gruñía y maldecía al chico mientras le instaba a parar de inmediato.
Y es que el troll de sangre roja estaba sentado tranquilamente en su silla cuando John había aparecido de repente por detrás de él y había procedido a empujarle por toda la habitación a una velocidad vertiginosa. Karkat le repetía una y otra vez que parase aquel estúpido juego mientras se encaramaba a los reposabrazos como si su vida dependiese de ello, cosa que quizá fuera verdad.
Y entonces pasó lo que todos veían venir. En un intento desesperado por parar aquello, Karkat había agarrado a John por el cuello de la camiseta, cosa que desequilibró al humano y le hizo trastabillar, con el resultado de ambos rodando peligrosamente por el suelo.

-¡John! ¡Karkat! -Nepeta dejó a un lado su libreta para acercarse al lugar del desastre- ¿Os habéis hecho daño?
-Joder. JODER. -El troll se levantó del suelo; se había llevado un buen golpe, pero parecía estar bien- TE LO ADVERTÍ, EGBERT. SABÍA QUE ACABARÍA PASANDO ALGO ASÍ POR TU CUL- ¿JOHN?

El chico no reaccionaba. Además de la caída, la silla le había golpeado y ahora parecía inconsciente. Perfecto, justo lo que necesitaban, pensó Karkat.

-JoDiDoS dÍaS, hErMaNoS.

Gamzee acababa entrar en la sala, encontrándose con todo el peculiar panorama. Nepeta estaba agachada junto a John, dándole toquecitos en la frente, mientras Karkat se paseaba de un lado a otro vociferando cosas sin sentido.

-GuAu, Os VeO eStReSaDoS. ¿QuErÉiS fAygO? HoNk. -Alzó una botella medio vacía, era obvio que ya se había tomado un par nada más levantarse.
-NO, JODER. NO. -Karkat le dirigió una mirada fulminante, volviendo a detenerse a los pies de la silla- EGBERT, DESPIÉRTATE DE UNA VEZ. ES UNA ORDEN DE TU LÍDER.
-Dudo miaucho que algo como eso vaya a funcionar, Karkitty. -Comentó Nepeta, toqueteando de nuevo la frente del humano.

Pero tampoco es que se lo ocurrieran ideas mucho mejores. Se arrodilló al lado de su amigo, y tomándole del cuello empezó a zarandearle. De algún modo incomprensible, pareció funcionar.
O fue pura suerte.

-¿Dónde...?
-¡John! Menos mal que te has despurrtado.
-JODER. JODER, EGBERT. TE DIJE QUE NO TOCARAS LA SILLA, PERO POR QUÉ HABRÍA ALGUIEN DE ESCUCHAR AL LÍDER. -Continuaba gritando, sí, pero realmente estaba aliviado de verle consciente de nuevo- ¿ESTÁS BIEN? PARECES MÁS ATONTADO DE LO NORMAL.
-¿Y tú por qué sabes mi nombre?

El silencio se hizo en la sala.
Su nombre era John Egbert, tenía 13 años y le encantaban las películas que muchos catalogarían de serie B. Y por algún motivo estaba en una fiesta de disfraces rodeado de gente con piel grisácea y cuernos. Incluso había un payaso.

-No, en serio. ¿Quiénes sois?
-JOHN, ESO NO TIENE NI PUTA GRACIA, PUEDES IR DEJÁNDOLO.
-¿Cuánto te ha llevado pintarte la cara? Jeje.
-OH, JODER.
-Karkitty... Creo que habla en serio.

De nuevo, silencio. Algunos trolls más entraron en la sala, John simplemente los miraba a todos como si estuviese en medio de una reunión de chalados.

-8uenos días.

Vriska y Aranea acababan de entrar también, la primera cubriéndose la boca con una mano para ocultar un bostezo.

-¡Buenos días! -Nepeta fue la única en saludarlas con su habitual entusiasmo, pero pronto recordó el lío en el que se habían metido y negó con la cabeza- De buenos nada, ¡John ha purrdido la miaumoria!
-........ ¿Qué?
Vriska le dirigió una mirada al chico, que seguía sentado en el suelo mirando a todos lados con una obvia cara de confusión.
-Se dio un golpe con la silla y ahora no nos recuerda a miaguno, ¡es horrible!
-¿Amnesia? Oh, po8re humano. -Aranea negó suavemente con la cabeza, mirando al chico con compasión.

Do you remem8er me?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora