Capitulo 1-El no invitado

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Parecía ser la misma rutina aburrida de siempre, pero con un invitado especial.

-¡Corre que no alcanzarás a llegar!-fué lo último que escuchó Kathya de la voz de su madre antes de doblar la esquina.

Parecía ser un día normal para ella, con su bolso de la escuela en mano, cepillando su cabello con sus dedos y corriendo a todo lo que daba para llegar a la estación del metro en donde en diez minutos, salía el último tren que debería ir en dirección a su instituto.

Si no llegaba en esos diez minutos, debería esperar un montón ,y al llegar a la escuela, sería reñida por sus rectores, cosa que se negaba rotundamente a soportar, pues tampoco quería perderse su primera clase con la señorita Smitt, ¡que era una monada!.Sus clases eran las mejores.

Al llegar a la estación, apoyó sus manos en sus rodillas y su respiración se fué regularizando de a poco. Sonrió triunfante al ver que el tren que debía tomar aún no se había marchado sin ella y se subió a él para escoger un buen lugar cerca de la ventana.

Una vez sentada y acomodada donde creía que no sería molestada hasta llegar a su destino, cogió una pequeña agenda y su bolígrafo favorito y comenzó a escribir cualquier tipo de monada que se le ocurría,para luego juntarlas y terminar con su trabajo,el cuál consistía en un reportaje para su blog. Aunque el que tenía no le gustaba del todo, debía de conformarse con ese debido a que..bueno, un buen reportaje no llega de la nada ¿no?.

Luego de eso, vió que su parada se hallaba muy cerca ,por lo que guardó apresuradamente sus cosas y esperó frente a la puerta hasta que esta se abriera y pudiera seguir con su trayecto a la escuela. Pero eso jamás pasó.

El tren en el que se hallaba si paró y sus puertas se abrieron por un instante, pero sin embargo antes de poder salir fue empujada hacia adentro con brusquedad por unos hombres que se adentraron al lugar sin dejar a nadie salir o adentrarse al lugar. Las puertas se cerraron y la cabina del chófer se abrió con lentitud dejando a la vista a un hombre de traje negro y de aspecto temerario. La niña se paralizó al ver como una mano (la que parecía ser del conductor) caía junto a un charco de sangre pura. Kathya observó al hombre ,quién llevaba una macabra sonrisa de satisfacción que asustaba incluso al más valiente y llevaba en su traje una ligera mancha de sangre que se escurría con rapidez ,lo que daba a entender que era reciente.

El hombre se quitó la camisa dejando a la vista un centenar de armas y una cicatriz que le recorría desde el pecho hasta la cintura, pero no se detenía allí, había indicios de que esta seguía por su espalda. Uno de los que parecían ser sus hombres le ofrecio otra camisa.

Una vez con su camisa y su traje bien acomodado, caminó hacia el medio del vagón y por un pequeño parlante (que quién sabe de donde salió) habló:

-¡Cuanta descortesía de mi parte el venir y no presentaros ante vosotros mis!...elegidos.Mi nombre no os lo diré, pues no queremos problemas ¿verdad?, ellos son mis amigos quienes se encargaran de vosotros así que para evitar problemas, por favor solo sentaos y portaos bien- dicho eso se fué a la cabina

¡Shakespeagre!, Necesito que os desagais de esto.

Un hombre de aspecto grande y ruso con una cicatriz en el ojo izquierdo fue allí, mientras que los demás, se colocaban de dos en dos en las puertas mientras que el tren comenzó a avanzar.

-¿Qué hacen?, por favor señor, abrid estas puerta,he de llegar a...

-¡Silencio!-habló el hombre que había entrado hace un momento a la cabina con un acento ruso acercándose a Kathya, pero antes que nada una voz le detuvo.

-Tranquilo Shakespeagre, no debemos daros una mala impresión- habló quien parecía ser su jefe-Ve a sentarte-ordenó dirigiéndose a Kathya

-Pero...

-¿Pero qué?-El hombre quien parecía no soportar desobediencia alguna,sacó un arma con un silenciador con el cuál apuntó a la niña.

-De seguro y se a desecho de el chofer con eso- pensó Kathya con temor.

-Haz caso a mis ordenes antes de que alguien pueda pagar el precio de tus actos, niña.

La joven asintió y llena de temor avanzó entre tropiesos hacia su bolso, el cuál se hallaba en el piso gracias al impacto de hace un rato.

-Que nadie salga de aqui, no queremos atraer a la justicia.

El vagón del metro fue llenado de gritos y sollozos de parte de los pasajeros, quienes se habian dado cuenta del inesperado cambio y se preguntaban aterrados ¿a donde irian a parar?

¡Hola!
Esperamos que les halla gustado el capitulo.
En fin.
¿A donde creen que irán a parar los pasajeros?
¡¡Esperamos sus comentarios!!
(y sí les a gustado un par de votos :D)
Los queremos, y gracias por leer.

Se despiden.
Kata & Kather.

Si, ¡Somos dos chicas!

Bye.

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