El Pasillo

El Espejo al Final

El pasillo era bastante largo y amplio mismo que
alguna vez se llenó de voces bulliciosas pero que hoy día se encuentra con un gran número de habitaciones vacantes.

Apenas una débil luz proveniente de la recepción, ilumina el corredor que prácticamente está en penumbra.

Desde adolescente a Donghae le a llamado la obscuridad ese silencio que lo envuelve, ese misticismo que lo rodea, esa sensación de temor y expectación que
te hipnotiza observando la vacía calle a través de la valla a altas horas de la noche.

Ese obscuro pasillo del viejo hotel me llama y no voy a
resistirme.

Despacio me dirijo hacia el y comienzo a sentir una pesadez que me oprime el pecho. El miedo me envuelve permitiéndome apenas avanzar y cada paso es como caminar en una
pesada bruma. Un viejo sillón y unas deshidratadas palmeras franquean mis andar. Al llegar a la mitad del camino siento el deseo de volver pero es mayor la necesidad de rozar esa
línea entre la realidad y el umbral del miedo.

Cuando llego al fondo del pasillo, topo con una
pared que esconde un angosto pasillo donde un
espejo refleja una tenue luz venida de quien sabe
donde y dos sombras se mueven en perfecta
sincronía conmigo. Miro hacia el recibidor... está
tan lejos y es cuando realmente siento tanto
miedo que me paraliza las piernas. Volver a
entrar en esa espesa y lúgubre penumbra me
aterra. Tengo ganas de gritar pero al igual que en muchas de mis pesadillas, no me sale sonido alguno de mi garganta.

Empiezo el camino de
regreso que ahora se me hace más largo. Las sombras revolotean en torno mio, muchas manos tocan mis hombros, el andar se vuelve pesado y muy lento. No me atrevo a mirar hacia atrás ni
hacia los lados. Mi vista está fija hacia el frente donde hay luz.

La obscuridad es cada vez mas pesada y el miedo me llega hasta los huesos, estoy completamente solo experimentado la
sensación del pesado vacío en el que reina la obscuridad. Cuando por fin logro regresar al principio del obscuro pasillo, la pesadez queda atrás.

Me siento en una cómoda mecedora sin quitar la vista del gris andador.

La sensación fue
aterradoramente fascinante. Sé que en una futura noche lo volveré a recorrer por que estoy seguro que en el espejo, del otro lado alguien me espera, me llama, si no ¿poqué otro motivo recorrí tan siniestro pasillo? Alguien estaba ahí, juro que vi otro reflejo que no era mio, se lo que debo hacer pero... no creo que sea
pronto.

El obscuro pasillo me llama, que lo recorra hasta llegar frente al espejo de nuevo, donde ese alguien me esta esperando, pero yo le respondo que por ahora no...