Capítulo 3

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17:00 horas del mismo 4 de Noviembre

En cuanto sonó el último timbre me apresuré a recoger mis cosas y a toda prisa me dirigí a la salida, tenía que aceriguar muchas cosas y muy rápido porque si mis pensamientos eran ciertos estábamos todos en peligro. Iba a atravesar la puerta principal cuando vi que se acercaba hacía mí, así que solo pude hacer una cosa : coger aire y hechar a correr hacia el coche de Laura, mi tutora. Llegué acalorada sin mirar atrás y de un saltó me subí y cerré la puerta de golpe.
Dulce : Vámonos - dije deprisa sin atreverme a mirar por la ventana por si me había seguido.
Laura : ( preocupada) ¿ Estas bien? - Era una buena mujer, de unos 40 años y un poco frustada porque no había podido tener hijos, por eso acogía a niños y adolescentes que habían perdido a sus padres para cuidarlos como si fueran suyos. Era cariñosa y amable; aunque reconozco que yo no la trataba como debía ( no le hacía caso, lo ignoraba, evitaba cualquier muestra de cariño,...) ella estaba a mi lado cuando la necesitaba aunque yo no se lo pidiera.
Dulce : Si es solo que quiero ir a comprar unas cosas despúes de hacer los deberes y tengo un poco de prisa
Laura : Vale, vamonos - me dijo arrancando el coche- ¿ Quieres que te acompañe? Tengo algo de trabajo pero puedo dejarlo para mañana.Dulce : No!!!!, digo no hace falta, solo son dos tonterias y voy más rápido yo sola - me apresuré a añadir al ver la cara que había puesto.
Laura : Vale, tranquila no hace falta que me des explicaciones, solo era por si no querias ir sola
Así permanecimos en silencio el resto del camino. Por una parte me sentía mal por haberle contestado así pero esto era algo que tenía que hacer yo sola.
Merendé rápidamente e hice el paripé un par de horas como si hiciera los deberes, y aún no eran las siete cogí una mochila y metí mi cartera, el móvil y un par de papeles. Me salí sin decir nada a nadie y me fui a la parada de autobús más cercana. No sabía ni por donde empezar pero lo que si tenia claro era lo que tenia que averiguar. Así que me fui a la hemeroteca, con la intención de buscar toda la información posible.
Busque todos los periódicos de ese día y los siguientes, y por primera vez desde el accidente empecé a leer los titulares y noticias de esos días.

"Fallecen treinta persona en un tiroteo en el metro A1"

"Se desconoce la identidad del asesino ya que consiguió huir"

"Un hombre joven entra en el metro A1 de Valencia y estalla a tiros con los pasajeros del ultimo vagón"

"Rescatan a la única superviviente del atentado"

"Chica de dieciséis años es la única superviviente del tiroteo en el metro A1"

Mis manos temblaban conforme iba leyendo, y eso que aun no había sido capaz de leer ninguna noticia entera. Cogí los periódicos he hice fotocopias de todos los artículos relacionados, los devolví y aun con el temblor de piernas presente en mí. Salí apresuradamente del local. Iba a cruzar la calle, cuando lo ví otra vez, parado en la cera de enfrente, me quede tan shockeada que no me di cuenta que venia un coche el cual empezó a pitar al verme en medio de la calle.
Cuando terminé de disculparme con el conductor y miré ya no estaba. A veces creía que me volvía loca; lo veía por todos lados y de no ser porque esa mañana me lo habían presentado como mi profesor pensaría que era imaginación mía. Me giré en dirección a la parada del autobús que tenia que coger y me fui andando lentamente, miraba hacia todos los lados por si lo volvía a ver.
Llegué a casa serian las nueve de la noche. Ahora mismo solo vivíamos Laura, Sara ( un pequeña de cinco años ) y yo. Al entrar me las encontré en el sofá sentadas las dos viendo la tele. Sara, al igual que yo, había perdido a sus padres recientemente, y no era muy cariñosa ni expresiva que digamos.
Laura : ¿ Que tal las compras?
Dulce : Mal- mentí -no encontré lo que buscaba- cosa que no era del todo falsa, ya que no había conseguido lo que quería.
Laura : Si quieres me dices lo que es y mañana voy a ver si lo encuentro - se ofreció con amabilidad.
Dulce : No, gracias. Era para un trabajo para mañana, pero ya veré como lo arreglo - le volví a mentir - Si me disculpáis, hoy no cenare me voy a mi habitación a terminar los deberes y estudiar un poco. Buenas noches.
Laura y Sara : Buenas noches
De nuevo en mi habitación cerré la puerta y tiré la mochila sobre la cama, no se como ni de donde pero tenia que sacar el valor necesario para leer esos artículos . Me tumbé en la cama hacia abajo, respiré hondo y empecé a leer el primer articulo que saque.

Fallecen treinta personas en un tiroteo en el metro A1.

Esta mañana sobre las 9:15 entre las estaciones de Joaquín
Sorolla y Plaza España de la linia A1 del metro de Valencia,
se ha producido un horrible atentado. Según nos informan
nadan mas salir el metro de la estación un joven,
de origen español aparentemente, ha sacado una pistola de calibre A10
y ha empezado a disparar a todos los pasajeros del ultimo vagón del tren.
A estas horas se desconoce si el agresor falleció también o consiguió
huir por los túneles del metro. La policía esta peinando la zona en
busca de pruebas, por desgracia no hay ningún testigo
de los hechos que pueda dar información a la policía.
Si alguno de nuestros lectores puede dar algún tipo
de información póngase en contacto....

Y así continuaba el resto del artículo. Me quede pensando en lo que decía, eso de que nadie había podido hacer un retrato del agresor me confundía por una parte y por otra agrandaba mas mis ideas sobre lo que paso ese día.
Seguí viendo artículos de diversos periódicos antes de acostarme y todos decían lo mismo: agresor de origen desconocido, muchas victimas, datos personales de las victimas, lo considerados y fantásticos que habían sido los políticos que habían ido a visitarme y por supuesto, " Mi gran historia" ( aunque el 80% de lo que decían eran falsos ) ocupaba tres o cuatro artículos de varias paginas cada uno y ninguno se parecía ni lo mas mínimo a la realidad.
Me había leído ya casi todos todos los artículos y no tenia nada nuevo, solo la rabia de no poder recordar exactamente lo que pasó y por la cantidad de mentiras sobre mi que había leído. Así que guardé los documentos en una carpeta bajo el colchón, no quería que nadie los encontrara y me acosté a dormir o al menos ha intentarlo porque mi cabeza no paraba.

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