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POV Leo:

Los rayos de sol entraban por ventanuco que hay justo sobre mi camastro, pero no me molestaban en absoluto dado que lo único en lo que pensaba es en mi princesa, en aquel instante de anoche en el que casi toco sus labios, me encanta tener su cuerpo tan cerca del mío. Además he soñado con ella, era un sueño tan puro y tan real al mismo tiempo. Quería seguir yaciendo en el camastro para volver a soñar con ella, pero los primeros rayos de sol de la mañana me anunciaban que era hora de levantarme para laborar. Tenía que ordeñar las vacas para obtener la leche que vamos a vender hoy, y mirar si las gallinas habían puesto huevos. Va a ser difícil hoy que me concentre en estos menesteres si lo único que hago es pensar en ella.

Ya había realizado mis labores y volví a la casa. Estaba tan absorto en mis pensamientos que no escuché a mi padre que me llamaba:

- ¡LEO! ¡LEO! ¡HIJO BAJA!

¿Qué querría mi padre ahora? No entiendo porque me llamaba gritándome como si tuviera prisa en que bajara, si sabe que yo soy muy bueno en mis labores y que siempre lo hago todo. Bajé lo más rápido que pude tras ponerme mis ropas.

- Padre, ¿Qué quiere? ¿Le pasa algo?- le dije preocupado por sus prisas.

- No es nada hijo, solo que tienes una visita-dijo cabizbajo.

- ¿Una visita? ¿De quién se trata?- dije extrañado.

- Es mejor que lo veas tú mismo.

Me dirigí hacia fuera de la casa, no sabía quién podía ser la persona que me venía a visitar. Una vez fuera me encontré con la última persona que querría encontrarme en el mundo.

- Diana, eres tú- dije con poca gana- ¿Qué haces aquí?

- Ay, amado Leo-dijo efusivamente- ¿Cómo que hago aquí? Soy tu prometida- dijo mientras se acercaba a mí.

- Te he dicho mil veces que no quiero casarme contigo, no te quiero.- dije cortante y alejándola de mí.

- Pero amor, ¿Cómo puedes decirme esas cosas tan feas? Con lo que yo siento por ti- dijo poniendo su mano en mi cara mientras ponía voz de tristeza.

- No quiero ser desagradable contigo muchacha, pero tú en realidad a mí no me quieres, solo te has encaprichado de mí y seguramente haya algún hombre para ti que de verdad te aprecie.-dije mientras agarraba su mano y la quitaba de mi cara.

Diana se abalanzó sobre mí para abrazare. De repente vi a mi hermana entrar en la casa y le hice un gesto para que si mi preciosa despertaba no saliera afuera, me dijo que no con el dedo y le suplique que lo hiciera, asintió mientras me miraba con desaprobación. Me intenté quitar a la muchacha de encima.

No quería hacer daño a Diana porque, aunque yo a ella no la quisiera y fuera una burguesa mimada, tampoco había necesidad de dañar, lo único que yo quería era dejarle claro que esto no podía ser. Aún tenía su mano agarrada cuando escuché la dulce voz de mi princesa pronunciando mi nombre:

- ¿¡LEO!?

POV LOREEN.

A la mañana siguiente todo parecía diferente, tenía ganas de ver a Leo y de poder besarle al fin. Pero no podía dejar de darle vueltas al sueño que tuve por la noche. Había sido bastante extraño, no lo recordaba muy bien pero había visto la imagen de un hombre con barba y pelo canoso. Podría ser algún recuerdo de mi vida, quizá algún familiar, mi padre. Estaba confusa y me dolía la cabeza, pero nada de eso iba a quitarme la ilusión de ver a Leo en cuanto saliera de la habitación. Me lavé un poco y me puse el vestido que Marina me había dejado ayer. Salí a tomar algo para el desayuno, Marina me esperaba y me dio un tazón con leche: 

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⏰ Última actualización: Sep 07, 2015 ⏰

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AMNESIA (Amor Verdadero) #JustWriteItDonde viven las historias. Descúbrelo ahora