Te Quiero con todo el Hipotálamo

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Hoy toca dos horas de Biología y siempre el Profesor aguarda grandes sorpresas. No me quejo, simplemente me gustaría que no cambiara en cada clase nuestros lugares de dicha asignatura, para satisfacer su necesidad de ver que todos nos llevemos con todos.

En fin, para mí, no es un problema, siempre me puedo adaptar a los demás, pero los demás no se pueden adaptar a mí, solo Karla, la loca desquiciada que se sienta atrás de mi antes que el Profesor nos cambie de lugar y nos separe, más de lo debido.

−Buenos días, jóvenes− dijo el Profesor Jones al entrar en el salón con sus papeles y carteles por la puerta.− Espero que estén listos para el nuevo cambio de asientos.

Todo el salón hizo un sonoro y largo No, lo cual hizo sacarle una sonrisa al Profesor.

Mierda, ¿cómo alguien a su edad, puede sonreír de esa manera?

−Bueno, bueno, muevan los traseros y salgan al pasillo, ya saben que hacer−concluyo con un par de palmadas e hizo gestos para que nos saliéramos del salón.

Tome mis cosas, me levante y fui arrastrada por Karla afuera del salón. Los demás empezaron a salir con forme nosotras nos íbamos más al fondo del pasillo para dejar espacio a los demás y no hacer una gran bola que impidiera el paso, mientras caminábamos, Karla me pregunto:

− ¿Con quién crees que te toque ahora?, ¿crees que por fin me podre sentar con uno de los "Irresistibles"?

Si, los "Irresistibles" son un grupo de dioses griegos que son bastante populares en casi todo, toda la Universidad Adams sabe de ellos, debido a que el líder del grupo es, sin lugar a dudas el hijo de uno de los más grandes empresarios de todo Estados Unidos y maneja a su antojo el teje y maneje de toda la escuela; si algo no le gusta, lo quita, si algo lo molesta, lo elimina, así de simple y es nada más y nada menos que Frederick Walker. Además de él, también ésta Ru Lewis (aparte de que también está en nuestro salón), el segundo al mando e hijo de uno de los más grandes empresarios exportadores de iPod en todo el mundo...

−Señorita Thompson, ¿quiere darse prisa? Ya llevamos diez minutos de retraso− grito el Profesor al darme cuenta que éramos, Karla y yo, las únicas en el pasillo.

−S-Si, ya vamos−dije y deje sin respuesta a Karla mientras que por el rabillo del ojo veo como le lanza miradas asesinas al Profesor.

Caminamos, bueno, más bien corremos por el pasillo, hasta la entrada del salón.

Pasa primero Karla y el Profesor la sienta con Tomas, un chico que hace dos semanas fue mi compañero de asiento.

Después, sigo yo y mientras doy una rápida repasada a todo el salón, noto que no hay lugares, más que con... él.

−Señorita Thompson, usted se sentara con el joven Walker.

ala!