*Quédate*

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Camino al baño, mire la puerta abierta que llevaba al techo de la escuela, lo cual fue muy raro, esa puerta no se abre desde hace años. La curiosidad me mataba, nunca habia estado allí. Subí las escaleras, no era tan feo el lugar.

-¡bu!
Grite como loca, y patie a quien sea que estuviera atraz mio. -Duele, podras ser un umpalumpa. Pero eres fuerte.

-Estupido, ¡me pudo dar un infartó!

-No seas exagerada.

-No lo soy, ¿te haz preguntado si tengo algún problema de corazón?

Se quedó callado, y nego.

-Lo siento.

-Olvidemos lo del susto.
Dije para que se fuera el ambiente incómodo que se creo.
-¿Qué haces aquí arriba?

-Lo mismo que tú, por curiosidad. Quédate conmigo.

-¿Qué?

-Si, quédate solo es un período. No te perderas todo, ademas es viernes. ¿No te gustaria contarles a tus hijos de que fuiste rebelde una vez en tu vida?

-Eh sido rebelde muchas veces.

-¿Te haz escapado de casa?
Negué.

-¿Te quedaras?

-Okay, pero es la primera y ultima vez.

-Okay.
Nos sentamos en una cosa que no se que era, el saco su celular y me tomo una foto.

-¿Para que me tomaste una foto?

-Para que tengas pruebas de que fuiste rebelde.
Dijo sonriendo.

-¿Cuantos años tienes?

-17 y tu

-16, y la verdad no se porque tantas chicas dicen que son los años dónde pasan cosas especiales.

-Si te quedas conmigo, serán los mejores años que haz cumplido.

-¿Se lo dices a todo el mundo?
Negó, por alguna razon eso ne hizo sentir especial.

El saco una caja de cigarrillos de su bolsillo.

-¿Quieres?
Negué

-No fumo.

-¿Te molesta si lo enciendo?
Negué

El tomo el cigarrillo en sus manos y lo coloco en sus labios, tomo el encendedor y prendio.

-Sabes, eres muy agradable. Me gusta tu compañia.
Sonrei.

-¿Encerio?

-Si, no eres como esas chicas, o como tu amiga, que miran a alguien estan coqueteando.

-Por la misma razon es que no tengo novio. A muchos no les agrado.

-No te debe interesar lo que ellos piensen, escribe tu propia historia, alocada a tu manera, demuestrales quién es Emily Roberts.

- Y tu me demostrarás la tuya, ¿la famosa historia de David Jenner?

-Te contaré un secreto, no te ha pasado eso de que estas hartó de que tú vida sea la misma, mi padre pelea con mi madre, todos los malditos días,  me han dado ganas de tomar el carro y nunca regresar, no encuento ese algo que me lo impida.

-¿Ese algo es una persona?

-Si, es lo que me gustaria pero simplemente no la encuentro. Por que tiene que ser dificil de encontrar.

-No se, creo que somos ya somos dos que piensan lo mismo.

-Tú turno, cuéntame de ti.

-Mm bueno, no hay mucho que decir pero te contare, mis padres. Que te digo de ellos, mi madre es genial pero mi padre no lo e visto desde hace 5 años, mi madre tiene la esperanza de que el regrese, pero se que no lo hará. Nunca e sido popular, había un grupo de chicas que me molestaba con insultos muy fuertes, que no quiero recordar. Y yo digo que solo.

-¿Porque dejabas que te molestaran?

-Eran seis contra uno, era más que obvio que ganaran.
Se quedo minutos observandome, y yo a el. Sabia que estaba buscando que decir al respecto.

-Sabes encerio me caes bien, ¿quisieras ir a ayudarme a desempacar?

-Claro.

-Vamos, hay algo que encontre que me llamo la atención.
Dijo tomandome de la mano y comenzo a correr y yo lo imite.
Era como que un jardín, lleno de rosas, ahora ya se porque no nos dejan subir aqui.

-Wow, que lindas.
El tomó una y me la entrego.

-Gracias por aceptar ayudarme.
Dijo sonriendo, era tan tierno.

-Para mi es un placer ayudar.
Sonó la campana en ese momento.

-Vámonos antes de que se den cuenta.
Bajamos las escaleras, el se despidió y yo tambien, era un chico muy dulce, pero a la vez atravido, parecía tan inocente, pero solo Dios sabe que oculta su pasado.

-¿Em, porque no fuiste a clases?

-es que mi querida amiga, yo me sentia muy mal, asi que fui a la enfermería.

-Si claro, eso ni tu te lo crees. Pero bueno, ya te enteraste que Amber termino con Jack, porque le gusta el chico nuevo. Y ella dijo que haría todo lo posible para salir con el.

Si supiera la pobres, que el me dijo que no le interesaba las chicas como ella. Pero aun asi los celos influyeron en mi.

-¿Asi? No creo que el salga con perras como ellas.

-¿Celos o reclamos?

-Ninguno.

White WallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora