soy alex..

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Hola, soy alex y... creo que no fue la mejor manera de empezar, déjame decirte que lamento si creíste algo de mi ya que... No hay nada conmigo de lo que debas preocuparte, he dejado todo eso atrás y estoy buscando otro rumbo.
No se que ha pasado, y la verdad no creo recordar gran cosa de por que tengo ese sueño, pero sinceramente seria interesante saberlo, es algo difícil de describir.
Llevo algunas horas sentado en mi balcón, esta lloviendo y comienza a oscurecer, las farolas alumbran la calle mientras los autos avanzan hacia mis pies.
Me coloco los audífonos y me recuesto en el borde con cuidado, tan solo escuchar la lluvia me tranquiliza. Luego de unas horas me voy a dormir...

Mañana prometo ser mas rápido, los sonidos no me dejaron dormir durante la noche, pero al menos intento darle cierto sentido a mi mente, comienzo a escribir las palabras que recuerdo hasta que armó algo coherente; mientras las olas...  esto de darle sentido no funciona como pensé, he escuchado miles de canciones hasta que las letras se juntan en mi mente y desaparecen, mi mano no es tan hábil para captar todo como debería.
Me despeje saliendo a la calle, cientos de personas caminaban sin saber a donde van, al parecer no son tan diferentes a mi como yo creía.
Desde que me mude a japon  las cosas no han cambiado mucho, nunca fui muy cercano a mi familia y hace tiempo que había perdido a mis amigos.
Me detengo en medio de un jardín para recuperar el calor, mientras las hojas de octubre comenzaban a caer de los arboles.
Esto me hace recordar un poco a francia, la forma en que las hojas eran acariciadas por el viento hasta dejarse llevar por la brisa.
Luego de un tiempo encuentro a paula.
Paula.. ella es una chica que venia seguido, y, a pesar de no hablar con ella, sabia algunas cosas como su nombre, ya que solia hablar por horas con su novio, la verdad nunca me había fijado en ella hasta ahora, parecía bastante joven, tenia labios delgados y el pelo rojizo, sus rasgos americanos la delataban, mejillas grandes y ojos profundos, pero a diferencia de las americanas que conocía ella era de un blanco puro.
-oye...me puedes decir la hora?-dijo con un japonés bastante básico
-mmm cerca de las 7:30
-gracias, me dijo mientras una pequeña sonrisa apareció en su rostro
-disculpa si te  molesta pero ¿necesitas ayuda?
-debajo del ojo izquierdo tenia un corte un poco profundo que logre ver debajo de su elevó
-¿hablas de esto?-ella descubrió su fleco
-si...eeeso
-creo que no te importa, se alejo sin decir una palabra
-al irse note que había distintos cortes en sus muñecas.

no puedo evitarloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora