Todos deseamos llegar lejos, explorar nuevos espacios, cruzar el horizonte y allí, tal vez poder encontrarnos.
Este libro es una especie de viaje, y espero en el poder atraparos.
Todo empezó en Enero, en una tarde lluviosa y tranquila. Hoy, 6 de Octubre empiezo a escribir esta historia, concretamente la mía propia.
Me encuentro ordenando mi habitación llena de trastos mientras de vez en cuando paro y observó el alba compuesto de un color blanco y anaranjado.
Había terminado de organizar mi mochila, al día siguiente viajar a España planeado tenía. Y aunque era demasiado pronto para irme a la cama, tuve que hacerlo; aunque una sensación de inquietud recorría todo mi cuerpo.. La verdad me daba miedo dejar atrás todo aquello.
A las ocho en punto de la mañana, mi padre subió a mi cuarto con un paquete en las manos; por la expresión de su cara y porque no dijo nada supuse que fuera lo que fuera lo que contuviera no le gustaba nada. En cuanto mire el paquete, recoci la letra era de Nerea. Abrí el paquete y lo vacíe encima de la cama, solo había cartas y más cartas.. Las cogi una a una sin entender nada.
Todas empezaban igual..
Querido nadie:mi vida ha sufrido un cambio de planes.
Ella y yo fuimos una vez la pareja más feliz del mundo.. ¿Y yo me había convertido en eso para ella?
¿En simplemente NADIE?
En ese momento decidí leerlas por orden.
La primera carta era del mes de Enero.
El pasado Enero, en un día concreto, estaba en casa de Nerea solos recostados en un sofá, leyendo. Nerea me comunicó que quería subir a su cuarto, mientras sus dedos separaba de mis manos. Yo que no quería apartarme de ella ni un segundo la seguí y en un par de minutos por toda su casa nuestra canción favorita sonaba.
Puede que fuera por la música escogida, la débil luz o las cortinas descorridas.. solo se que fue algo no calculado, mágico. Pero aquella tarde de Enero, sin pensarlo.. Nerea y yo hicimos el amor sin protección.
Después para mi era imposible mirarla y no sonreír, sus padres llegaron a casa y como de costumbre discutiendo estaban.
Entonces de repente el señor Malik pregunto:
-¿Nerea, has escrito la carta?
Ella sonrojo.
Yo.. No me he acordado papá.
-¿Que, qué? Es la oportunidad de tu vida, ¿y lo olvidas?
En ese momento, ella me miró con una mirada de acusación y a la vez dolor.
-Puedo hacerlo más tarde papá - dijo.
-¿Qué pasa?-pregunté.
-Nada - replicó el señor Malik molesto.
-Será mejor que me vaya - dije.
Nerea me acompañó hasta la puerta.
-Yo.. lo siento, lo siento mucho - murmure.
-No te preocupes, todo esta bien.
La abracé.
-Esta lloviendo, ¿te presto un paraguas?
-No.
-¡Nerea cierra la puerta, esto parece una nevera!-grito su madre ha distancia.
Esta obedeció, dándome un empujón y cerrandola tras su espalda. Levanto los brazos y me los echo alrededor de mi cuello, entonces note el olor a vainilla de su pelo.
-Quiero que nuevamente todo suceda, te amo mi pequeña - le susurre amo oído.
-Es mejor que te vayas.
-¿Y si no quiero?-dije levantando mi ceja derecha.
-Podríamos quedarnos aquí fuera toda la noche..-sugirió haciendo uno de sus tantos graciosos pucheros - pero nos moriríamos de frío.
-Me doy por vencido - dije mientras besaba tiernamente sus labios.
Eche a correr, pero una chica se detuvo a mi lado tocando un par de veces seguidas su claxon.
-Entra, estas chorreando - dijo.
-Se supone que no debo aceptar ayuda de mujeres desconocidas - respondí con un tono de voz, un tanto burlón.
Llame a Nerea en cuanto tuve ocasión, solo quería oír su voz.
-¿Qué estas haciendo?-pregunte contento.
-Sonreír.
-Lo sabía.
-¿y tu que andas haciendo?
-Sonreír también.
Nerea necesito el teléfono.
Era su madre, siempre hacia lo mismo.
-Voy mama, Ian tengo que colgar.
Me quedé escuchando el ruido del teléfono e imagine como subía las escaleras, corría las cortinas y como de costumbre a escribir en su diario se ponía.
Era medianoche, cuando baje al salón para prepararme un café.
Me senté en el sofá junto a mi padre y sin saber por qué le pregunte:
-Papá, ¿por que se fue de casa mama?
Después de unos minutos se decidió a responder.
-Encontró a un hombre más joven que yo, le gusto y se marchó.
Ojalá tu madre estuviera muerta hijo, mientras este viva siempre habrá la posibilidad de que regrese, aun deseo que vuelva a pesar de que trato de odiarla con todas mis fuerzas.
Deseaba que mi padre parase, no me estaba gustando nada la forma en la que se dirigía a mi madre.
-Tu tienes la dirección de ella,¿verdad?
-Creo que esta por algún lugar,¿por que?
-He pensado en que podría ir algún día a verla - dije con indiferencia-. Hasta mañana papa, descansa.
Le dije mientras subía lentamente las escaleras hacia mi cuarto, me sentía realmente cansado.
~AVISO:
Espero este capítulo os haya gustado, dentro de un par de días subiré el siguiente. Soy nueva aquí y la verdad gracias por la forma en que me habéis acogido.
Buenos días mis queridos lectores.
Un beso.
Por favor, voten y comenten.
By: Niina4120
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