Maldición... hoy quería dedicar todo el día a escribir, pero por culpa de la visita inesperada de un Natsu hambriento anoche, he tenido que salir a comprar al mercado. Siempre igual ¡que gorrón es! No se porque siempre viene a mi casa, no es que me moleste mucho que venga, pero podría avisar.
Pero bueno al final ya estoy en la caja pagando, ¡que dolor para mi cartera!, voy a obligar a Natsu a ir a un trabajo y que la mayor parte de la recompensa sea para mi, ¡faltaría más!, además aún tengo que pagar el alquiler...
Saqué la cartera para pagar cuando la cajera me ofrecio una caja de pocky en oferta, mis ojos se quedaron mirándola, siempre quise jugar al pocky game pero no tengo nadie especial con quien hacerlo, y pensé en Natsu, ¿por qué pienso en él? Miré la caja largo y tendido hasta que decidí comprarla, al menos podria probarlos.
Salí del mercado dirección a casa mientras maldecia los precios exagerados de las cosas y lo que pesaba cuando una voz me llamó, me giré para ver quien era cuando veo que Natsu se acercaba corriendo y saludandome con una gran sonrisa en su cara y no se por que extrañas razones mi cara empezó a arder un poco.
- Hola- le saludo cuando ya está a mi lado.
- Hi- me saluda y me coge una bolsa- No protestes porque te la lleve, vas muy cargada.
Le intenté quitar la bolsa, pero él no se dejó.
-Dejalo puedo yo sola
- Sí pero prefiero ayudarte- me sonrió.
Seguimos andando hasta mi casa hablando o más bien discutiendo ya que no paraba de meterse conmigo.
Llegamos a mi casa y me ayudó a colocar la compra.
-¿Qué es esto?- me preguntó curioso poniéndome la caja de pockys en mi cara.
- Dulces- se la quité de la mano.
Mis mejillas se ruborizaron al recordar que pensé en él para jugar al pocky game.
- ¿Cómo se llaman?- preguntó curioso.
Le miré dubitativa pensando en que si se lo decía podía buscar algo y saber que es el pocky game y a lo mejor me lo proponía y seria maravilloso pero a la vez no, creo que no me atrevería a jugar con él.
- Pocky- murmure.
- Suena a juego- se rió.
Llevé la caja a mi mesa donde iba a escribir y después le preparé una taza de café a Natsu, al menos tenia que hacer eso ya que me ayudó, aunque por su culpa tuve que ir hoy, en fin...
- Cuando termines largate- le deje la taza en la mesa malhumorada.
Me fui antes de que pudiese protestar y me senté dispuesta a escribir, abrí los pocky, cogi uno y lo contemple, no parecía gran cosa pero ya podían estar buenos después de lo que habian costado. Le di un bocado y la verdad que no estaba mal. Empecé a escribir, no se me ocurrían más cosas a parte de una escena pocky entre los protagonistas, cosas que pasan cuando estas comiendo.
Arisa abrió su mochila encontrando allí una caja roja más larga que ancha, la cogio y la examinó, tenía una nota pegada. "¿Jugamos?" Era lo que decía
¿Jugamos? ¿A qué? Pensó la joven. No sabia a que se refería. Abrió la caja que estaba llena de pocky, aunque para ella eso era una cosa nueva ya que en su planeta no había nada parecido. Se puso uno en la boca cuando alguien le dio unos pequeños toques en el hombro, y ella se giro. La amable expresión de la chica cambio a una cara de odio al verle.
Él la sonrió y mordió el otro extremo del pocky, a lo que ella se molesto. Me quiere quitar la galleta. Pensó y enfadada y le dio otro mordisco, siguió así hasta que se dio cuenta de que se había quedado a escasos milímetros de rozar los labios de él, no pensaba ceder a sus dulces gratis, pero no quería besarle.
- Vaya, ¿asique el pocky game es así?- una voz me sacó de mi mundo sobresaltandome.
Me giré y me di cuenta que Natsu estaba detrás mía, apoyado en el respaldo de la silla y mirando la historia que estaba escribiendo.
- Me gusta, sigue- me sonrió estúpidamente.
Inmediatamente puse la hoja boca abajo y me giré avergonzada, nunca he soportado que lean una historia mía cuando estoy delante.
- Olvidalo- dije aun más borde de lo que quería.- Ya seguiré mañana- guarde la historia en el cajón bajo llave.
- Jo, entonces ¿jugamos al pocky game?
- No digas burradas, burro.- No se por qué dije tal redundancia.
- ¿ No te atreves? Se nota que estas nerviosa.
Negué con la cabeza, y cogi un pocky y se lo dí, el lo acepto de morros. Mientras se lo comía yo empecé a comeme otro, pero Natsu se puso a comer del otro extremo de mi pocky. Me quedé paralizada y al ver que avanzaba intenté apartarle, pero fue demasiado tarde. Nuestras bocas se habían unido en un suave beso.
- Feliz San Valentín- me dijo al apartarse y me sonrió.
Me quedé en shock, ¿San Valentín?, mire la caja de pockys y vi que era una edición de San Valentín. Agaché la cabeza avergonzada, mis mejillas estaban ardiendo. Esta mañana había estado alterada por las compras y no me había dado cuenta, pero...
- ¿ Por qué me felicitas?- le dije en tono apenas audible.
- ¿ No se felicita en este día a la persona que más se quiere?- sonrió.
- Idiota...
Iba a decirle todo un discurso por mi enojo pero, el me calló antes de que empezase, no podía creer que me estuviese besando de nuevo. Los sueños a veces se cumplen, y desde que le conozco se cumplieron bastantes.
FIN
¡FELIZ SAN VALENTIN A TODOS!
