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Capítulo 9. El lado sentimental de Luke Hemmings

—Y... ¿Ya has arreglado el problema con Brook? —pregunte, tras comer otro poco del yogurt de vainilla que encontré, raramente, en la heladera.

—Así es, solucionamos el problema y bueno no se va a volver a repetir, o eso creo. —dijo Luke pero lo ultimo lo susurró, pero pude escuchar perfectamente lo que dijo.

—Perfecto... —murmuré. —Um... ¿Luke? —hizo un gesto para que continuará de hablar —¿Que te parece si vamos a caminar?

—Claro nena. —se paró y caminó hacia arriba, calculo que para ir a buscar una chaqueta ya que afuera hacia mucho frío.

Cuando bajó me sonrió y caminamos hacia la puerta, agarré mi abrigo que estaba colgado en el perchero. Luke giró la perilla y salimos.

—Cuéntame de tu vida Lukey. —pedí.

—¿Lukey? —preguntó —No me llames así, en serio —dijo en un tono serio que me dio la sensación que detrás de esas palabras se escondía una historia y tenía que averiguarlo.

—Lo siento, Luke. —conteste apenada y el asintió.

—Bueno, ¿Qué quieres saber?

—Tu vida entera. —me encogí de hombros y sonrió.

—Me llamo Luke Robert Hemmings, tengo 17 años. Me gusta el rock. Amo usar ropa negra, odio lo cliché es que es muy tierno y lo tierno no es lo mío—una risa salió de mis labios debido a sus palabras —. Mi papa se separó de mi mama por que ella lo estaba engañando con otro y terminaron —me disculpe por lo de sus padres y el solo me contestó que no pasaba nada.

—Mi tipo de chicas son las que son tiernas, pero por dentro rudas, amo ese tipo de chicas. Y no se que mas contar, ahora cuéntame de ti.

—Mi vida no es interesante, pero si insistes. Me llamo Emily Sophia Struggle, tengo 16 años. Soy de las chicas que no le gusta el rosa. Soy demasiado sentimental, me hice un piercing en la nariz a los 15 años. Mi papa es un hijo de puta, engañó a mi madre, no me gusta hablar de eso sinceramente... —hice una pequeña pausa para tragar saliva. —En total tuve cinco novios serios pero ninguno era el indicado, y... me quede sin ideas ya. —finalicé.

—Interesante. Así que ¿Cinco novios? —asentí —Eres tan Emily. —dijo y lo mire confundida.

—No entendí.

Nos sentamos en el césped de al lado de la vereda, y lo miré para que continuara de hablar.

—Es que, no lo sé eres tan... hermosa. —una sonrisa se escapó de mis labios.

—Luuuke... Tienes una historia por contarme. —cambié inmediatamente de tema y el frunció el ceño y se alejó un poco.

¡Es que soy tonta yo! No tuve que haber preguntado eso...

—Digo —suspire —, ¿Por qué no quieres que te llame Lukey?—pregunte algo avergonzada y el cerró los ojos y se quedo así por unos minutos, los abrió y tomó aire.

—Bueno, pues te contare la historia.  Hace unos años atrás, cuando tenía 15 años. Conocí a una chica en un campamento de verano, Rosaline, cuando la vi por primera vez, no lo sé... me gustaba demasiado y se que estaba enamorado de ella. Nunca creí que me podía llegar a enamorar pero lo hice.
Ella nunca se fijo en mi, le gustaba un tal Travis. Pero un día, Travis le pidió que sea su novia y ella aceptó, yo sentía como si mi mundo se derrumbaba, todas las esperanzas que había juntado habían desaparecido. Pero luego de dos semanas, Travis la engañó. ella estaba hecha trizas, me acerque a ella y me hice su amigo, la estuve apoyando.
Desde ahí en adelante ella de fijo en mi. Le pedí que sea mi novia y ella aceptó felizmente. Yo era el chico mas feliz, con la chica que amaba, y ella me amaba a mi. Pero no todo siempre es como queremos, ese día era el que nos teníamos que volver a nuestras casas, Rosaline me dijo que tenía que hacer una cosa antes de subir al autobús.
Ya se estaba haciendo tarde y Rosaline no estaba, ni siquiera Travis. Yo pensaba que algo andaba mal así que salí en busca de mi novia y del monstruo de su ex novio. Cuando los estaba buscando, veo bien y detrás de aquel árbol estaban ellos dos, besándose... Fue horrible, Rosaline me vio y caminó hacia mi y recuerdo sus palabras como si hubiese pasado ayer: "Lukey, yo... Mi vida perdón... Pero yo nunca te ame y nunca me gustaste." —terminó de hablar y una lagrima rodo por su mejilla. Eso me partió el alma.

—Luke... Yo lo siento. Esa perra no te merecía, eres dulce, te mereces a alguien que te sepa tratar bien y ella no supo cómo hacerlo. Ya encontraras a la indicada ya vas a ver. —intente levantarle el ánimo y lo abrazé fuertemente.

—Desde ese día... No creo en el amor, esa chica me partió el corazón, pero creo que encontré a la indicada para que me lo vuelva a juntar.

Si no era yo, me partiría la cabeza contra el adoquín.

Sonreí y lo besé.

Jansport | luke hemmings [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora