*Primero que alguna otra cosa, les pido una inmensa disculpa a mis pocos lectores por no subir capítulos en meses! 😧 pero ya después de tanto volveré a subir capítulos 😊 los quiero, gracias por leer la novela ❤
-Janeth!!!.-Me grito mi mejor amigo Isai. Se detuvo y se recargo en mi para tomar un poco de aire, había bajado las escaleras corriendo, después de unos segundos suspiró.
-¿¡Que paso!?.-Le dije espantada
-¡Carlos se esta peleando!.- Dijo por fin.
Yo no supe que hacer en ese momento , tenía ese nudo en la garganta, quería gritar y llorar al mismo tiempo, mis amigos los cuales estaban al rededor de mi empezaban a hablar, pero yo no sabía que decían, estaba en shock, no sabía que Carlos iba a ser capaz de pelearse dentro de la escuela.
Subí corriendo las escaleras sin importarme si alguien me seguía o no, llegue a la planta alta y en el último salón del lado izquierdo, el grupo A, estaban varios viendo desde la ventana ya que el salón estaba cerrado. Llegué y vi a una amiga llamada Karla.
-Hey Janeth.-Me dijo con su voz tierna, ella era una gran persona, me hagarro de los brazos a la altura de los codos.-Yo te recomendaría que mejor te vallas.
-¿Porque?.-Le dije sin mirarla a la cara tratando de ver algo por la ventana, no lo logre.
-No quiero verte llorar, te conozco.
-Karla, no voy a llorar simplemente quiero parar esa estupida pelea!.-Le grite desesperada.
Ella me soltó y se hizo a un lado, me sentí muy mal al a verle gritado de esa forma pero no desesperación me obligó a hacerlo, no quería que le pasara algo grave a Carlos.
Me metí entre todos los que estaban ahí, no alcance a ver mucho, basto solo con ver un poco de sangre en el piso para que empezará a golpear la puerta. Estaban dos amigos de Leonardo y ningún amigo de Carlos, lo primero que se me vino a la mente fue que le pegaron a Carlos entre los tres.
Nadie me abría, solo escuchaba a todos los chavos y chavas riéndose o decir cosas tipo, "Ouhhh", "Que buen golpe", "Auch".
Después de unos segundos todos se quedaron callados, imaginaba que algún Profesor había llegado pero no era así, empezaba a sentirme ahogada, con ganas de llorar, no veía nada porque estaba frente a la puerta, pero me lo imaginaba. Sentí que alguien jalo la puerta, yo me aparte, era el...
Era Carlos, su ojo del lado izquierdo estaba rojo e inchado, me miro pero al segundo bajo su mirada, siguió caminando, todos sus amigos siguiendolo y diciéndole cosas tipo felicitandolo, mientras el se acomodada su camisa y el suéter de la escuela, no alcanzaba a escuchar lo que decían. Lo mire mientras se iba, el no tenía sangre en ninguna parte de su cara, solo en su camisa.
Varios se fueron a seguir "disfrutando" lo poco que quedaba del descanso, otros se metieron al salón al igual que mis amigas, yo Anonada frente a la puerta me quede al ver a Leo sangrar de la boca. Entre sin nada que decir, Leo me pidió perdón tanto por pegarle a Carlos como por aver echo lo que hizo en la fiesta.
-No tienes porque pedir perdón.-Le dije con la vista abajo.
-Si lo tengo que hacer, lo que hice estuvo mal y ahora estoy pagando las consecuencias.-Me dijo tapándose la boca, apenas si le pude entender.
-Pero no fue toda tu culpa, yo también te bese y tu no me obligaste a nada y mucho menos me emborrachaste para hacerlo, y si los demás lo quieren tomar de otra manera pues que lo hagan yo se perfectamente porque lo hice... - Pause y lo vi fijamente a los ojos, el me miro imaginando que iba a decir algo más, y si lo iba a hacer pero no podía, era por miedo o por vergüenza. Baje mi mirada de nuevo.
-¿Porque lo hiciste?.- Me dijo Leo levantándome la cara lentamente con su mano, queriendo que lo viera a los ojos. No dije nada. Mi silencio llego a hacerlo sospechar que era por algo malo.-Era para que esto pasara, ¿cierto?.
-¿Que?, por supuesto que no, yo no sería capaz de provocar algo así.
Todos los que habían entrado al salón estaban super entretenidos, viendo y escuchando todo lo que decimos y hacíamos. Lo mire fijamente a los ojos, no tenía el valor de hablar para decirle lo que realmente quería.
-Dime.-Me dijo de una manera tan... ¿Dulce?, su voz me tranquilizaba lo cual hacia que entrará en confianza y tuviera el valor de decirle la verdad. Callé por unos pocos minutos, ya no podía más con el silencio me hacía sentir incómoda y sobre todo por todos los que estaban dentro del salón. Algunos murmuraban a otros al oído, lo cual me molestaba. Al fin tuve el valor de hablar.
-La verdad es que lo hice por que tu...Tu...-Baje un poco el tono de mi voz.-Me Gustas.
-¿Perdón?.-Me lo dijo un poco dudoso. Tal vez no me escucho bien.
-Que tu me gustas Okay!.-Lo dije en con mi voz alta. Todos dentro del salón se quedaron boquiabiertos de ver que tuve el valor de decir lo que ellos pensaron que nunca sería capaz de decir. Gracias al cielo el timbre para volver a clases sonó a los pocos segundos de aver dicho dicho tal cosa. Sin nada más que decir me fui a mi salón de clases.
