Capitulo 7

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Allisson se lanzó hacía la puerta abriendo esta, vestia con un vestido corto, que hacia que sus piernas se vieran esbeltas.

Al abrir la puerta miró fijamente a Eric, que lucia con un hermoso traje de color negro, y su corbata era gris, lo primero que miro Allisson fue en sus ojos, esos ojos grises que hacian juego con su corbata, anudada perfectamente al cuello.

Eric se fijo sobre todo en las esbeltas piernas de Allisson y al verlas tan desnudas hizo que se pusiera un poco nervioso, la noche prometia, tras mirarla de arriba abajo se fijo en sus ojos..esos ojos que le hipnotizaban...<<sus ojos azules...al despertar>> pensó, Eric tomo la mano de Allisson sacandola hacia a fuera, cerrando la puerta, Allisson camino hacia delante Eric intentaba amoldarse y dejar de pensar en cosas como: ella en su cama...haciendola gemir...sintiendola...

Él no era asi, no pensaba asi...pero es un hombre...y siendo un hombre, su cuerpo reacciona, se fijo y disfruto de las vistas de su trasero al andar.

Eric abrio la puerta de Allisson,dejandola entrar, luego la cerro y fue hacia su lugar

-Estas preciosa...

-Tu no estas mal ¿Y tu chofer?

-Le he dado la noche libre

-Perfecto

Allisson sonrio con tranquilidad, mientras que Eric, empezaba a estar incomodo viendo como las piernas de Allisson se cruzaban, apretandose mutuamente, Eric reprimio un gruñido, se la queria follar alli mismo, pero tenia que reprimirse, ya la follaria esta noche.

Allisson mordio su labio indiferente, pensando simplemente en lo que podria pasar esa noche, todo dependia de ellos dos, y por el leve bulto del pantalon de Eric deducia que acabaria en una noche de sexo, al llegar al restaurante, Eric abrio la puerta a Allisson y esta cogio su mano para ponerse de pie, llevaba una ropa interior muy fina, demasiado, por lo que apenas se notaba con el vestido, se puso en pie y se colocó su vestido y observó a Eric quien la miraba directamente a las piernas y a su trasero, mientras esté cerraba la puerta, pudo su mano en su espalda y la llevo empujándola levemente con la mano hacia delante.

Al llegar a la puerta este se la abrio con tranquilidad, Allisson sonrió abiertamente, y se coló por la puerta, por delante de Eric el camarero los llevo a una mesa en la esquina. Y Eric sonrió ante la idea de lo amables que habían sido de ponerlos en un sitio tan privado donde podían hablar.

Llevaban diez minutos sentados, después de que un camarero fuera a tomarles nota, les sirvieron un poco de vino y Allisson dio un trago después de que se lo sirviera un camarero, miro a Eric atenta. Y este la estaba admirando con una sonrisa de oreja a oreja. Allisson se cruzó de piernas, Eric carraspeo un poco y tras esos diez minutos de absoluto silencio, los dos intervinieron diciendo la misma frase, lo cual les produjo una risa a carcajadas.

-Bueno, estaba pensando que...quizá quisiera...bueno ya sabe...venir a mi casa esta noche, solo para hablar sobre la demanda...no se si le parece bien-dijo Eric, levantando la vista hacia Allisson pues hubo un momento en que la bajo hacia sus manos pensativo de decir lo correcto, Allisson se lo pensó un momento, bajando la vista hacia su copa de donde bebe un poco.

-Vaya eso es algo directo, ¿no cree?

-Si...bueno, normalmente no soy así, pero no se lo que me pasa.-dice con una sonrisa burlona mientras sus ojos brillan y su mirada se ve iluminada, pero su gesto cambia a un gesto más serio, más lejano-¿Vendrás?

Su gesto sigue igual, serio, mirando hacia abajo, su sonrisa se había borrado, «no tengo nada que perder si lo hago», pensó Allisson. «Muy bien, ya la has liado, Eric, eres un idiota» pensó Eric y ambos pensaron en que decir.

-Si no quieres venir no importa, siento haber sido tan directo pero me resulta bastante duro estar a estos centimetros que nos separan.-su sonrisa volvió a su rostro, pero sus ojos seguian perdidos, hasta que encontraron los de Allisson.

-Creo que será mejor que guardemos las formalidades-dijo esta, mirando a los ojos a Eric, quien la observaba como si fuera a romperse un millón de huesos y él estuviera ahí para ayudarla.

Ambos guardaban muchos secretos, y ninguno de ellos sabia a lo que se enfrentaba, estaban rompiendo todos los esquemas y todas las reglas de su vida.

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