- Abre las piernas!- me dijo fuertemente, mi corazón latía a mil por hora y mi mente sólo pensaba en el dolor y el placer que estaba a punto de venir-comienza a contar- ordenó con vos extremadamente ronca-
-Uno!- grite cuando sentí el cuero de su correa al pegar en mi trasero- Dos!....-otro golpe mas-
-Qué hiciste mal ___?!
-Venir tarde!- le respondí casi en un gemido cuando siento otro golpe más- Tres!
-Que más hiciste mal?!- no respondí, ese último azote si que había dolido- respondeme!- otro azote-
-Cuatro!- gemi- no ponerme hilo con encaje- respondí y de inmediato lo escuché gruñir-
-No sabes lo mucho que me jode que no te hayas puesto un maldito hilo con encaje- otro azote-
-Cinco!- grite casi inaudible, me jalo pegando me a él pudiendo estar a milímetros de su boca... y ahí estaban sus maravillosos ojos mieles, que ahora estaban algo oscuros, su respiración era pesada y su boca estaba entre abierta. El era el hombre de mi vida, llevaba enamorada de el por cinco largos años, para mi el era perfecto...
aunque para el solo era mujer más para satisfacer sus necesidades en la cama... y en el trabajo, por qué si, el hombre de mi vida era mi jefe...
el, Cameron Dallas... el era todo para mi, aunque yo no fuera para el.- Que voy hacer contigo ___?- me dijo mientras su mirada parecía examinar detalladamente mi boca.
- Lo que quieras Cameron-me miró a los ojos, soy TUYA.