Capítulo 1... o lo siguiente al prólogo.

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El cliente era un niño pequeño que tenía cáncer de pulmón, en un momento pensé en quitarle un pulmón a sus padres por fumar mientras él ni siquiera era humano del todo, pero... me lo pensé y le cedí una cantidad grande ya que por más pequeña que sea la persona, más grande es su corazón.

El amor nunca sería igual, lo tenía más que claro, pero no me importó, de todas formas siempre estoy solo... ya no sé que soy sin corazón.

Al saludar al pequeño y olvidarle (sí, eso es lo triste de un reparador, al terminar un labor tienes que olvidar a la persona, ya que hay una posibilidad de que su vida se acabe de todas formas), caí dormido, sentía una voz que me gritaba cosas como "Basta Lignum, no lo mereces" "No puedo creer que lo hayas hecho" "Eres un idiota" "Un kilo de papas, dos kilos de zap... Perdón, perdón, me equivoqué de diálogo... ya guardo la lista de compras.

Como seguía, era la voz de una chica, la escuché, decía que actué mal, que tenía que sumarle un poco de ego al corazón en esos huecos donde yo daba generosidad, la verdad la ignoré.

Fuí a Heartown, ahí estábamos todos los reparadores, me veían como un espectro, como un fantasma, como algo raro que no era normal, mis ojeras y ojos colorados eran más que notorios a simple vista, pero no me importó y seguí caminando. Tenía comezón en el oído, me rasqué y comencé a escuchar sus tan tiernas palabras diciendo lo estúpido que soy, me daba curiosidad saber quién era, pero al mismo tiempo me daba igual, creo que la curiosidad también fue extraída de mi corazón.

Al llegar a una esquina y doblar hacia la calle número 43, apareció Lilyum, ya sé, ¿No la conoces verdad?

Digamos que es la típica jefa en versión dinosaurio-fósil viviente que no hace nada más que molestarte para que trabajes el doble aumentándote el salario un 5%.

- Hola Lignum, te veo diferente.

- Emm.. sí, pues... le explico, había un niñ...

- Sí sí, no interesa, le vengo a traer otro trabajo, ya sé perfectamente lo del estado de su corazón, no se para de rumorear de ello por las calles, quiero que me escuche bien, éste puede ser el trabajo de su vida, o se enamora o cede sus restos de corazón, todo depende de éste trabajo.

- Perfecto, sí, claro, entiendo, bien. La pregunta es... ¡¿QUIÉN ES?!

- Ya lo sabrás, ya lo sabrás. - Y en ese momento Lilyum deformó su rostro a tal forma que el maestro Yoda hubiera estado menos arrugado.


Esa voz no paraba de sonar en mi cabeza, la jefa hablaba demasiado pero dejé de escucharla hasta que se despidió y se fue, así de buen trabajador soy.

Pero algo tenía claro, tenía que amar para vivir, justamente utilizar el sentimiento menos desarrollado gracias a el último trabajo completado, o sino morir cediendo mis restos... la gran consigna es... 

¿Se podrá vivir sin corazón, uno de los órganos vitales más importantes? 


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⏰ Última actualización: Sep 13, 2015 ⏰

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El Reparador de CorazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora