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Siempre llueve en Detroit.

O esa es la conclusión a la que llega Camila en el bordillo de la carretera mientras que golpea con el zapato el azulejo del suelo, ella ha llegado a odiar tanto a la lluvia, que el día de hoy no ayudaba nada, ya que un manto de niebla que cubría la ciudad entera y le impedía ver el camino de vuelta a su casa.

A veces su visión se hacía tan borrosa que no conseguía ver ni el resplandor de las propias farolas, ni el de la propia luna. Para cuando encontró su refugio en la carretera, ya estaba muerta de frío y tapándose con la chaqueta para protegerse de las corrientes de frío que hacían los coches cuando pasaban por su lado.

Ella pensaba que había algo que faltaba en su vida, mientras movía la punta del cigarrillo y la ceniza caía sobre su pantalón, ella lo llevaba en la boca mientras respiraba el humo que expulsaba por la boca hacia fuera.

Pero ella únicamente encuentra consolación en su máxima locura, hay momentos que tiene una alegría tan pura y en otros momentos un dolor desgarrador, a Camila le gusta creer que todo esto que le sucede ya es parte de su vida y que algún día lo bueno y malo ya se aclararan y se quedarán por igual en su vida.

Pero desgraciadamente lo que mejor conoce Camila es ese dolor que le había vaciado ya por dentro y fue debido a que en un pasado tuvo una familia, pero su padre se dio cuenta que no servían para la paternidad y la dejó sola para ir a explorar el mundo y a ella la dejó sola a las afueras de la ciudad.

Así que en estos momentos era solo Camila contra el mundo y tal vez ella lo prefería así.

El pañuelo rojo desgastado que llevaba atado fuertemente sobre la cabeza mientras se encontraba en el borde de lo que podía ser un precipicio y se balanceaba para adelante y para atrás, mientras las puntas de sus zapatos no tocaban aquella baldosa fría.

Camila respiró profundo mientras veía la estela de aire que pasaba por su lado.

A ella le gustaba esa sensación de correr peligro, a ella le gusta la forma en que late su corazón y como hay momentos en los que se tiene que recordar que tiene que respirar, pero todo esto solo sirve para recordarle que aún estaba viva.

Ella aún sobrevive a ese inmenso mundo y decide dar un paso atrás y triturar lo que quedaba de cigarrillo debajo de su pie, ella sobrevivía, pero la verdad era que no estaba segura si de vivía realmente.



Covers ➸ A Camren one shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora