98.0

1- Una gran sorpresa

Oí una dulce melodía. Creí que era un sueño y que estaba en un concierto de Ed Sheeran. Pero me di cuenta de que no era sueño, era una pesadilla, la misma pesadilla de todas las mañanas.

-¡Mierda, el instituto!

Me levanté apresuradamente viendo que era la segunda vez que sonaba el despertador, las 7:15.
Desayuné, me vestí rápidamente y salí hacia el instituto.
Me encontré con Ashley, Jessica y con mi mejor amiga, Sam.
Empezaron a hablar sobre lo que habían hecho este verano. Jessica fue a Canada, Sam fue a Nevada y Ashley se quedó en la ciudad.

-Ali, te veo muy callada. ¿Tú a donde fuiste?

-Nada interesante, fui a Miami con mi familia unas dos semanas.

-¡Uuuh! - Sam me miraba con una cara muy pervertida - ¿Había tíos buenos en Miami?

Me reí. Que pervertida llega a ser a veces.

-Me hice amiga de un chico que...

-¡¿Es guapo, es guapo, es guapooo!?

-Eeeh...¿sí?

Empezaron a chillar como locas provocando las miradas de todos los que pasaban por ahí.

Cuando entramos a la clase de lengua - ¡genial, la primera clase de la mañana! - nos sorprendimos todos al ver que en la pizarra había una nota escrita en la que ponía:

Tardaré un poco, estoy recibiendo a los nuevos, poneos a leer.

Me quedé un poco sorprendida ¿los nuevos? Entonces entró el señor Harrison, es el típico director amargado. Kate Harrison, es la típica pija estúpida del instituto.

-¡Callaos todos! - parecía enfadado.

El director se va de clase y al instante veo a Jackson haciéndole un gesto...feo. Jackson es el "chungo" del insti, más bien yo lo definiría como el típico que se hace el gallito y luego es un cagao de mierda.
Me giré para hablar con Sam porque no me apetecía leer.

-¡Va con el rumba, va con el rumba...!

- Ya está Peter el drogata otra vez - dijo Sam.

-¡Peter dame la droga! - dijo Jackson.

-¡Mira! - me dijo Sam, señalando a Kate.

-Lleva bragalones la pobre - dije riéndome sin poder parar.

-Menuda zopenca de mierda - dijo Sam riendo aún más.

En seguida toda la clase se calló al ver entrar a la profesora seguida de los dos alumnos nuevos.
Me quedé paralizada al ver a uno de los alumnos nuevos.
¡No puede ser, es él!