Colette

dieciséis

Colette se despertó esa mañana queriendo ver a Ian, se arregló para ir a la escuela incluso se peinó todo porque tal vez él posara sus ojos en ella hoy.

Llegó a la escuela temprano para su primera hora, esta era su parte favorita del día, la clase de ecología. El único momento en el día en donde podía ver tranquila a Ian sin parecer una acosadora.

Tomó el lugar de siempre, no tan cerca de él pero no tan lejos.

Sacó su cuaderno de dibujos, que dios la perdonara pero ese cuaderno era su vida, tenia toda clase de ángulos de la cara de Ian dibujados en el, así era como ella se había deslumbrado por el, por su bello rostro, él era su musa, dicen que las musas son las deidades que inspiran la creatividad causada por la pasión y la hermosura de una fémina, pero el era un hombre y aun así era su inspiración y pasión.

Ian llego justo cuando tocaron el timbre que indicaba el comienzo de la clase, se sentó en el lugar de siempre, sonriendo por ahi y por allá, pero no a ella.

Eso no la molestaba sabía que algún día él se acercaría a ella, o eso es lo que le decía Charlotte.

La clase comenzó y todos pusieron su atención al Sr. Black, ella no.

Comenzó a dibujar.

Primero el contorno de su cara, luego sus ojos esos ojos azules tan pálidos y helados que parecían ver a través de ti, su nariz, sus pobladas cejas y su parte favorita de él, sus labios. Ella quisiera haber llevado colores ese día y llenar el dibujo de texturas y formas aun más bonitas.

La clase terminó y también su dibujo pero algo le llamó la atención Ian dejo un pedazo de papel con cinta y salió de la clase con todos los demás.

Colette se cercioró que nadie la pudiera ver y tomó la nota que le dejo Ian bueno, para la Chica misteriosa, porque ella era muy cobarde para hablarle.

Hey, Chica acosadora.

Hoy  de nuevo pude sentir tus ojos en mí toda la clase, si no quieres que me entere de tu identidad tal vez deberías tener más cuidado.

- Un muy acosado Ian.