Capitulo 4

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Salí del avión pensando en lo que había hecho, la verdad, no me importaba mucho que tuviera mi número, dudaba mucho que me fuera a llamar. Había muchísima gente esperando su maleta, y yo no encontraba la mía. Creo que pasaron 15 minutos hasta que la vi aparecer por la cinta. Elena ya tenía la suya, y me esperaba impaciente, con los brazos en jarra.

Menos mal, pensé cuando ya tenía la maleta en mis manos. No necesitaríamos taxi, ya que, Ainoa vendría a recogernos. Ella era bajita, con el pelo rizado y los ojos claros. La habíamos conocido gracias a los chicos. Aún no la habíamos visto en persona. Ella estaba en Londres por asuntos laborales, y nos acogería en su casa.

Cuando salimos había un gran cumulo de gente, esperando a sus familiares y amigos. Y de repente vi a Ainoa dirigirse a nosotras corriendo.

Ai: ¡Por fin estáis aquí! ¿Dónde os habíais metido? He estado esperando un buen rato.

E: Es culpa de Andrea, que se quedo ligando con un inglés en el avión, y luego no encontraba su maleta- Dijo rodando los ojos.

A: Ehh, no es mi culpa que no saliera mi maleta ¿Vale?

E: Si, si, lo que tu digas.

Ai: Bueno, ya esta, vámonos, hace un día perfecto y si nos damos prisa, podemos dar un paseo antes de ir al concierto- Dijo cogiendo nuestro equipaje de mano.

Elena y yo íbamos arrastrando las maletas, creo que me había pasado de ropa. Pero no me decidía por nada, así que eche un poco de todo

Cuando salí al exterior, el sol me cegó, hacía un tiempo estupendo para estar en octubre. No hacía frío, y eso me sorprendió, estuve hablando con Ainoa días antes de venir y me dijo que si que hacía.

Ai: ¿Queréis que os eche una mano con las maletas?- Dijo Ainoa girando para mirar cómo íbamos.

A: No te preocupes, vamos bien, ya casi estamos- Dije casi gritando, ya que ella iba mucho más rápida que nosotras.

Tenía un coche precioso, color miel, y muy espacioso. Metimos las maletas en el maletero como pudimos y nos subimos en el coche.

A: ¡Por fin en Londres! Ainoa, gracias por dejarnos dormir en tu casa.

Ai: No es nada ¡Nos lo vamos a pasar genial!

Encendí la radio y estaba sonando 'Where do broken hearts go?'. Las tres nos pusimos a cantar como locas. El resto del trayecto fueron risas y más risas. Yo iba mirando hacía la ventana, maravillada, viendo todos aquellos edificios tan altos, y toda esa gente.

Al cabo de 10 minutos más llegamos a casa de Ainoa, era un edificio muy alto y con una fachada muy antigua. Colgaban enredaderas desde el último piso hasta el primero. Tenía 11 plantas y Ainoa vivía en séptimo

Ai: ¡Ya hemos llegado!- Grito por encima de la música

Elena y yo salimos corriendo del coche y sacamos las maletas como si nos dejáramos la vida en ello. Nos esperaban unas bonitas dos semanas. Entramos corriendo al vestíbulo del edificio de Ainoa. No me lo podía creer



Confused (One Direction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora