Lou T. [Larry S.]

El fin

Ya no quería dormir, tenía miedo de soñar algo peor pero mis párpados pesaban y poco a poco cerré mis ojos.

Ahora me encontraba en la casa de Charlotte, justo donde se quedó en mi único sueño de ella.
Cuando entró a la cocina después de haber escuchado un fuerte ruido, pude ver como abría los ojos con pánico.
Volteé a donde ella miraba y había una sombra en una esquina, de esa sombra salía poco a poco una silueta, su piel era completamente pálida, casi blanca. Su ropa estaba sucia y rasgada, su cabello estaba humedo y escurría agua de su piel y ropa, a cada paso que daba dejaba un rastro de lodo.
Caminaba lentamente hacia Charlotte, ella estaba en shock y no se podía mover.
Cuando él estaba frente a ella, alzó su cara dejando ver unos ojos totalmente blancos y una sonrisa macabra.

"El es mío, querida hermana".

Desperté con pánico, mi cuerpo entero temblaba y el ambiente se sentía muy tenso. No podía seguir con lo mismo cada noche. Tenía que acabar con eso.
Sin tiempo que desperdiciar, baje a la sala y tomé las llaves que estaban colgadas y subí al auto.
Conduje alrededor de 40 minutos hasta la ciudad de South Yorkshire.

Si Louis fue encontrado en el río tenía que vivir cerca ¿no?.

Entonces caminé alrededor de media hora encontrándome con aquel bosque que soñé en más de una ocasión. Cada vez que me adentraba más se hacía oscuro, cabe destacar que eran alrededor de las 4 de la madrugada. Si, lo sé, muy temprano como para ponerme a investigar.

Escuchaba algunos sonidos como respiraciones y los típicos grillos pero no solo era eso también escuchaba pisadas.

No me atrevía, no sé si era el frío o el momento, sentía mi piel erizarse, sentía una extraña presencia que era inquietante pues yo era el único.

Seguí caminando por el espeso bosque en las penumbras de la noche. La luna no servía de nada.

Caminé alrededor de media hora hasta escuchar el sonido del agua del río correr y a lo lejos la cabaña que había estado soñado todo este tiempo. No podía creer lo que veía, era la misma en donde vi al chico correr, donde aquel hombre lo torturaba.

Al llegar a la cabaña, alcé mi mano temblorosa para poder abrir la puerta. Dentro estaba muy sucio, había polvo, telarañas y unas cuantas hojas secas de árbol.
Y aunque no quisiera avanzar mis piernas me dirigían al final del pasillo, parecía como si un imán me atrayera.
Llegué a una puerta de madera gastada que al abrirla rechinaba aturdiéndome, estaba oscuro pero con cuidado avancé encontrando unas escaleras.
Al estar abajo pude notar un terrible olor fétido como si algún animal hubiese muerto ahí y también el fuerte olor de la humedad.

Con mi celular alumbré un poco la habitación y me llevé una gran sorpresa al ver el piso y parte de la pared con manchas se sangre seca y una cadena pegada a la pared, este era el cuarto donde torturaban al pobre de ojos azules.
Al girarme había una figura de espaldas hacia mi que poco a poco se giraba hasta quedar frente a mi.

El hombre tenía un hueco en la frente donde brotaba sangre bastante roja y oscura, casi negra, y gusanos grandes que salían de el, sus ojos eran grandes y negros, era verdaderamente aterrador.

Salí rápidamente del lugar, estaba seguro que me haría algo.
Corrí lo más que pude pero esa cosa me derrumbó, se posicionó sobre mi y comenzó a rasguñarme la cara, yo trataba de quitarlo pero su fuerza era más que la mía.

Tomó una rama de gran grosor y supe que ese era mi fin.
Con todas mis fuerzas empujé a esa cosa, correr ya no me serviría de nada y no habían lugares para esconderme que de igual manera no serviría.

Cuandó volví a mirarlo unas inmensas ganas de vomitar llegaron a mi. Ya no tenía piel, podía ver la ilera de dientes llenas de sangre, piel podrida, gusanos entrando y saliendo de aquel hueco.

Se lanzó a mi pero fui más rápido y logré esquivarlo.
Tomé la rama que hace unos segundos el tenía y comencé a darle fuerte en la cabeza hasta dejarlo inconsiente pero no estaba seguro si había muerto y por eso siempre hay que rematar. Pisé su cabeza desasiéndola y dejando ver cientos de gusanos.

Iba a vomitar si no fuera porque vi una persona correr hacia la cabaña. No denuevo.
Lo seguí, no, mis piernas lo siguieron.

Se escondía de mi, mi cuerpo completo temblaba, mi piel se erizaba. Estaba asustado.

-¿Harry?-me acerqué lentamente y de pronto él salió, se lanzó a mi abrazándome y llorando en mi cuello

-ya no está-susurró, yo solo podía acariciar su espalda brindándole paz-gracias.

Seguí consolándolo hasta que dejó de llorar, ya no se movía, ya no sentía su respiración en mi cuello.

-¿Harry?-cuando lo alejé de mi no era el mismo, solo habían huesos.
...

Pasó una semana de que eso sucedió. Ya no soñaba con ninguno de los Tomlinson o con Styles, de hecho ya no soñaba nada, era totalmente negro.

Ya no sentía miedo, ya no había más miedo.

También, desde exactamente una semana el facebook de LouisP. desapareció, no encontraba la conexión entre eso pero no importaba.
Ya nada más importaba, mientras ya no tuviera esos horribles sueños todo estaba bien.