No sabrás nada. Pasarán los años y seguirás creyendo que sigues sin saber nada.
Te volverán a romper el corazón,
y volverás a saber lo que es amar con la rabia hundida en el pecho
y los añicos de un amor roto clavados en un corazón cansado de sentir,
con la única esperanza de que llegue alguien y te lo arranque, parando por fin ese sufrimiento.
Pero de repente aparecerá, aparecerá y te arrancará los miedos, convertirá la triste lluvia en un baile de gotas de agua sobre tu cabeza, hará que cada rayo de sol sea el brillo reflejado en la fuente de un parque solitario, hará que la más simple palabra sea la más bonita canción en su boca, y que tu canción favorita sea la declaración de guerra a una cama con las patas oxidadas cansadas de crujir.
Convertirá tu mañana en un buenos días y tu anochecer en un buenas noches.
Convertirá ese aburrido camino a casa desde el autobús en la más bonita senda de besos que jamás viste.
Convertirá una cena solitaria en risas y carcajadas sin apenas hacerle caso a lo que antes era un gran manjar, ya que tu sabor favorito está en su boca, cuando le arrebatas la sonrisa con un beso sincero, con una caricia sin manos, con un abrazo sin necesidad de contacto.
Convertirá un cruzar de ojos en la mirada más sincera y complice que jamás viste acompañando un entralazar de dedos.
Convertirá un te quiero en un pellizco al corazón, haciendo que aumenten sus latidos y los añicos del desamor desaparezcan de él.
Porque te hace feliz.
Porque te ha enamorado.
Porque te abrió la puerta de su pecho sin que tú se la pidieras y te invito a quedarte, a pasar allí un plazo entre un segundo y una eternidad, sin amarrarte y dejándote la puerta abierta para que puedas salir cuando quieras, pero asegurandote de que conseguirá hacerte tan feliz que nunca te irás.
Y es bonito. Es tan bonito saber que darías todo por alguien pero no será necesario que lo des ya que esa persona nunca va a pedírtelo.
Es tan bonito pensar en él cuando no está.
Tan bonito recordar su olor, tan bonito recordar su sabor, y el día que vuelves a besarlo darte cuenta que te equivocabas, que ninguno de tus mejores sueños sería capaz de emular su sabor y su olor, su tacto, su roce.
Que bonito sería por un momento parar el tiempo y quedarnos ahí,
pero el tiempo sigue y pasa por desgracia, no hace favores, no cede, no perdona.
Y aún así es irónico saber que ni todo el tiempo del mundo te bastaría con esa persona.
Pero tengo seguro que el día que me despida y me vaya, será con un te quiero en la boca seguido por tu nombre, porque ya no existen te quieros sin tí, porque ya no existen Yos sin Tus.
