La escuela ha sido una pesadilla. Tenía mucho miedo de encontrarme con Roger en cada rincón del vestíbulo y, sin embargo, temía desesperadamente no verlo.
Decía para mí: <Debió ocurrir algo y él lo explicará. >
A la hora de comer tuve que decir a las chicas por qué no aparecía. Fingí que no me.importaba pero, ¡oh diario!, vaya que me importa. Tanto me afecta que siento como dentro de mí, todo se hace cenizas. ¿Cómo puedo sentirme tan miserable, humillada, apaleada, y hablar todavía, funcionar, sonreír y concentrarme? ¿Cómo pudo haberme hecho esto Roger?
Yo ni a una mosca le haría daño. No podría lastimas a nadie ni físicamente como emocionalmente.
¿Cómo, entonces, puede lastimarse la gente con tanta saña? Incluso mis padres me tratan como a una estúpida, un ser inferior, y sin remedio.
Me imagino que siempre defraudaré. Seguramente no estoy a la altura de lo que quisiera hacer.