Había una vez es así como todas las historias comienzan con un ¿Cuándo? con un ¿Dónde? Con una monotonía pura idéntica a las demás historias sin otro sentido siempre esperando que algo inesperado que un milagro pase para poder empezar la historia, una historia que muchas veces se convierte en leyenda; la típica damisela en apuros esperando a la llegada de su príncipe para salvarla de una catástrofe, de la cual era su vida, nada tenia sentido hasta que el llego con su sonrisa perfecta, su fisonomía, su cabello, todo en él supone perfección pero ¿Quien dice? que vivieron felices para siempre ,uno nunca sabe lo que puede pasar y eso se descubre día a día sin que llegue alguien a salvarnos, bueno a veces alguien nos regresa al camino o al contrario nos perdemos con ellos lo que es aun mas divertido esta historia no es muy común, no es un típico cuento de hadas, no hay una hada mágica que sale de la nada y arregla todo , no hay dragón feroz escupe fuego, pero si hay alguien que necesita de: amor y ¿como lo encontró? Pues como todo en el amor de forma repentina y donde nunca creyó encontrarlo esta es su historia.
Había una vez en un lugar muy lindo un chico que solía estar solo era un chico muy poco común inusual por naturaleza e insólito un total desconocido que se paseaba por la vida tratando de hacer lo mejor que pudiese aunque a veces eso no era suficiente su nombre es Cristian.
Heme aquí en nuevo lugar de paso como de costumbre siempre fui distinto a los demás chicos no interesaban mucha cosas que a ellos les parecían de suma vitalidad e importancia, yo tenia mas cosas en mente que futbol, teléfono, salir, fiestas y noviazgos.
Siempre resulta ser igual, claro llegaba como el nuevo conocía a todos para descubrir que no eran lo que parecía y que todas las personas son decepcionantes pero nunca hubiera pensado que un cretino me cambiaria la forma de ver el mundo.