Thomas Mann

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Erase una vez en un pueblo muy bonito llamado Pandalia, había un hombre muy hermoso y sensual que se llamaba Thomas Mann, este sensual hombre era muy feliz y buena gente pero.... un día Thomas Mann mato una hormiga, eso le traumatizo tanto que se fue a un congelador a pasar las vacaciones de invierno ahí, eso le hizo pensar en que no le hizo un entierro digno a la hormiga, y quiso volver al sitio del asesinato, pero.... la hormiga no estaba, había dejado una nota la profesora de farolas diciendo:

Estimado asesino de Willi la hormiga, he de decirle que he visto el cadáver de mi pera al lado de Willi y me ha dado mucha pena dejarle ahí solito y he decidido convertirlo en una bombilla para mi farola, ahora alumbra mucho mas

un gran saludo tu gran amiga desconocida la profesora de farolas

Pd: me gustan los cacahuetes

Thomas Mann no se lo podía creer y entonces decidió irse a su casa a dormir y a cocinar espaguetis en una sarten.


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