Capítulo 14

3.3K 135 3
                                    

Después del incidente, me dieron un guardaespaldas personal que me seguía a todos lados.

-Increible, ni porque estoy yendo a cien millas por hora se queda atrás -murmura Shuta.
-Así es... -contesto.

Sentada al lado de Shuta en su carro, mire hacia atrás. El sedan negro siguió siempre a la misma distancia detrás de nosotros.

-Mei, tu guardaespaldas parece ser capaz de todo...
-Mi hermano lo contrato por mi...
-Bueno, después de lo que acaba de pasar, cualquiera haría lo mismo. Pero disque venir con nosotros a nuestra cita ¿No crees que es un poco exagerado?

Era tal y como Shuta lo había dicho. Estaba muy feliz de que Keisuke se preocupara tanto por mi, y quería darle tranquilidad pero un guardaespaldas las 24 horas del dia me hacia miserable.

-Bueno ¡subámonos a la autopista y vayamos a toda velocidad! -dice Shuta decidido.
-E-esta bien ¿Crees que sería una buena idea entrar a una tienda o algo así?
-Bueno, quería perderlo, pero olvídalo

Shuta desacelero y estaciono el carro. Fuimos a un café que solíamos frecuentar mucho y nos sentamos en la mesa de siempre.

-Bienvenidos -nos dice un empleado.
-Dos cafés con leche por favor, ya que no hace tanto calor -pide Shuta.
-Muy bien -aciente el empleado.
-Oh, mejor que sean tres -dice Shuta.
-¿Cómo? -digo confundida.

El empleado se vio un poco confundido cuando Shuta ordeno tres cafes con leche.

-Este... ¿quiere que le traiga el otro más tarde? -le dice a Shuta el empleado.
-No. Tráigaselo a ese hombre de por allá.

Shuta, con una sonrisa traviesa, apunto hacia el guardaespaldas vestido todo de negro

-No tienes porque burlarte de él... -le reprendo.
-No estoy burlándome, se lo mando con mucho agradecimiento y eso es porque el esta protegiendo a mi querida Mei.
-Oye...

Sonriendo, Shuta saludo al guardaespaldas con su mano...

Shuta no cambia para nada...

Esta cita con Shuta fue la primera después de que el causo el alboroto en la floristería. No es como si estaba totalmente dispuesta a salir con él, pero después de todas las cosas locas que han pasado últimamente, necesitaba un cambio. Viendo a Shuta, quien no le temia a nada y siempre era tan animado, me hizo sentir mejor.

-Oye ¿y los criminales dijeron algo ya? -me pregunta Shuta.
-No lo sé, nadie me dice nada sobre el asunto -le digo.
-A lo mejor quieren que te olvides de lo que paso tan rápido como sea posible.
-Si, a lo mejor...
-Pero no te hicieron nada ¿verdad? Nada mas te llevaron en aquel carro.
-Pues si... -contesto recordándo ese horrible día,
-Entonces no hay tanto porque preocuparse. Yo estoy aquí para protegerte, asi que no necesitas ningún guardaespaldas tampoco.
-S-si tu lo dices...

Papá y Keisuke no querían hablar sobre el incidente en frente de mi. A Shuta no le daba vergüenza hablar sobre el asunto, asi que me pregunto directamente.

De la nada Shuta pone cara de enfado.

-¿Qué? ¿Acaso pasa algo? -le digo alarmada.
-Le acabo de pagar por un café con leche y ni siquiera me saludo. Que tipo mas amargado.
-¡Te va a escuchar!
-No me importa, si que esta estorbándonos es verdad
-¡Shuta!
-Oye, mira...
-¿Qué?

Shuta bajo su volumen de repente, y se acercó a mí.

-Perdámoslo después de todo -susurra.
-¿Cómo?
-Shh... -dijo Shuta poniendo su dedo índice sobre su boca y sonrío traviesamente- Tengo una buena idea.
-¿Una idea?
-Pero necesito preparar algunas cosas, así que espérate aquí.

Amor prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora